Xiaomi siempre ha intentado, en el mercado de la gama media, apostar por unos teléfonos realmente baratos y accesibles para todos los bolsillos. Estos smartphones, se pueden considerar los mejores terminales en cuanto a relación calidad precio del mercado, ya que por el precio que tienen, sea 200 o 100 euros, no pueden conseguir nada mejor. El problema de estos terminales son los numerosos problemas que causan las ROMs que llevan, ya que según la tienda de importación que lo venda puede ser una falsa o la global de Xiaomi.
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Este año, Xiaomi por fin nos ha demostrado que sí sabe innovar. En la presentación de hace un mes, nos presentó dos terminales nuevos para el mercado de la gama alta. Estos terminales tenían de especial algo que, muy pocos móviles o ninguno en el mercado tienen. El Mi Note 2 tenía una doble pantalla curva como las Edge de Samsung, aprovechando el fracaso del Note 7, y el Mi MIX tenía un nuevo concepto de pantalla que hacía que casi todo el frontal de la pantalla fuese pantalla, metiendo en un terminal de 16 centímetros de largo una pantalla de 6,4 pulgadas.
Hace unos días, el vicepresidente de esta gran compañía china, Hugo Barra, declaraba en una entrevista que podrían vender 10.000 millones de smartphones y no sacarían beneficio de ello, ya que su objetivo es hacer grande a la marca, que la gente vaya invirtiendo en esta compañía y así poder hacer que pueda ser algo mucho más grande a largo plazo. Es por ello, que está invirtiendo en otros productos como los dispositivos de domótica o demás utensilios inteligentes. Xiaomi quiere crear un ecosistema en el que todos los productos de una casa puedan ser de la compañía china y así crecer y hacer algo más que una empresa de smartphones.
Estamos viendo como Xiaomi está ahora mismo, apostando por hacer unos teléfonos de gama alta mucho más premium, y nos extraña bastante que no reciban beneficio por sus móviles, aunque podría ser lógico viendo los precios que tienen sus terminales.