Cada vez es más habitual en el día a día ver a otras personas con las webcams tapadas con trozos de cinta aislante, pegatinas u otro tipo de adhesivos. Desde la llegada de Internet de forma masiva a nuestros hogares, cada vez son más los que intentan acceder a nuestro ordenador, y como no iba a ser menos, nuestro smartphone.
Así ganó 10.000 dólares un niño de 10 años por hackear Instagram
Cualquier aparato electrónico que sea capaz de conectarse a la red puede ser hackeado, incluso hasta cámaras de seguridad o el aire acondicionado. Muchos son los que te tacharan de extremista, pero lo cierto es que hay muchas razones para preocuparse por nuestra privacidad.
Normalmente el software que recopila nuestros datos entra a nuestro ordenador a través de un simple clic o instalando algún programa/aplicación que tiene una finalidad muy diferente a la anunciada. La cámara de nuestro smartphone puede ser activada y no darnos cuenta de que esta grabándonos, ni si quiera en los portátiles con un led que avisa de que la cámara está activa podríamos estar a salvo.
Pero, lo cierto es que la cámara no es el único lugar por el que nos pueden espiar, el micrófono es otro elemento a tener en cuenta, y este es mucho más difícil de «tapar». Algunos expertos recomiendan incluso desactivar nuestras cámaras de la placa base del teléfono, algo que llega mucho más allá ya que supone la pérdida de la garantía y pone en riesgo de que en el proceso digamos adiós a nuestro querido amigo.
No existe una solución que nos asegure que estamos totalmente protegidos, pero una acción tan simple como tapar nuestra cámara frontal y controlar los permisos de ciertas aplicaciones, puede ahorrarnos un disgusto que puede llegar muy lejos. Nuestra información es muy valiosa para casi cualquier persona, saber dónde te encuentras o con quien te relacionas puede ser suficiente para sufrir un robo cuando no estés en casa o que tu privacidad sea publicada en las redes.
Esperamos que estos pequeños consejos os sirvan para estar menos expuestos a los ciber ladrones, aunque también debemos de no publicar en nuestras redes sociales fotos o comentarios que nos comprometan o haga saber de nuestra ubicación.