Una de las cosas para las que usamos nuestro teléfono es para escuchar música. Lo podemos hacer de muchas maneras. Lo más común es tener pistas en local para así no gastar datos cuando estamos fuera de casa, pero cada vez más usuarios deciden pasarse a los servicios de música en streaming que hay en estos momentos. Tenemos varios para elegir, pero el rey es conocido por todos como Spotify.
Este año no será el de los smartwatches
Muchos dudaban en sus inicios de si alguien pagaría una cuota mensual para escuchar música cuando se la podía bajar gratis de internet. Pues bien, todos aquellos que hablaban de más hoy tendrán la boca más que cerrada, ya que Spotify ha llegado a los 40 millones de abonados.
En marzo de 2015, Spotify daba la noticia de contar con 20 millones de usuarios de pago. A día de hoy podemos decir que esta cifra se ha doblado y que han pasado tan solo 15 meses desde entonces. Sin duda se trata de un crecimiento muy grande, el cual no se ha visto frenado por la inclusión de Apple Music en el mercado o las ofertas de Google Play Music.
En el último año también hemos conocido diferentes servicios como Tidal, los cuales no acaban de fraguar. En estos momentos la competencia directa de Spotify, que es Apple Music, cuenta con 17 millones de usuarios de pago, lo que le deja con menos de la mitad. Es cierto que es un servicio mucho más joven, pero el crecimiento de Spotify es mayor todos los meses, algo que seguro no le gusta a la compañía de la manzana.
Servicios como Tidal cuentan con menos de 5 millones de usuarios de pago, lo que deja a Spotify como líder indiscutible de la carrera por ser el servicio con más usuarios.
Spotify puede contar con una gran cantidad de usuarios de pago, pero lo cierto es que la compañía no genera tantos ingresos como les gustaría. El 80% de todo lo que recauda, sumando los anuncios que ven los usuarios no abonados, va directo a las arcas de los artistas, sellos y discográficas que ponen el contenido. Con el 20% restante, Spotify tiene que hacer frente a todos los pagos restantes, como personal, infraestructura y demás, lo que convierte a la gran compañía en una máquina de comer beneficios.