Todavía hay mucha gente que cree en Samsung y cree que puede levantarse del bache en el que han caído. Samsung ha fracasado rotundamente en esta segunda mitad del año, ya que en el primer año tuvo un muy buen comienzo por el Galaxy S7 y S7 Edge que siguen siendo algunos de los mejores terminales del año, pero con el Note 7 ha escrito una página en su historia que será difícil de borrar. El problema de las baterías y el diseño ha hecho que este dispositivo que estaba destinado a reinar en la gama alta se retire permanentemente del mercado.
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Ya vimos hace unos días que el Samsung Galaxy S8 ya se estaba desarrollándose, ya que según bastantes medios pudimos ver como el firmware que era la parte lógica del procesador se estaba ya desarrollando. A estas alturas del año pasado, el firmware del S7 ya se estaba desarrollando así que podemos intuir que la presentación el nuevo dispositivo de Samsung será en el MWC al igual que el del S7 Edge.
La noticia que nos llega hoy es que Samsung llevaría dos semanas de retraso en el desarrollo de su nuevo dispositivo de gama alta. La culpa de esto la tendría el Note 7, ya que todavía se sigue investigando cuales son las causas de las explosiones y el calentamiento, y Samsung no quiere que este error vuelva a pasar. Cuando se sepa 100% lo que pasó en los Note 7 se seguirá con la producción. De momento, el Galaxy S8 está fechado para finales de febrero, pero esta fecha se tendrá que cambiar si Samsung sigue con estos problemas.
Seguimos viendo como Samsung sigue con problemas, entre el problema de las baterías del Note 7, el retraso que llevan con la producción de los próximos Qualcomm Snapdragon 830 y ahora el retraso del desarrollo del Galaxy S8 podemos decir que Samsung va a pasar un muy mal final de año, del que seguramente se recupere en los próximos meses, o al menos eso creemos.