Samsung Galaxy Z Flip 3 5G, el plegable que ahora sí vas a querer

Quelian Sanz

31 agosto, 2021

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Llevo unas dos semanas con uno de los móviles más especiales del año. El Samsung Galaxy Z Flip 3 5G se sale de casi todo lo que he probado hasta ahora y cuenta con un factor sorpresa tremendo para casi todos los usuarios que se cruzan con él. Despierta miradas allá donde vas, cuchicheos de la gente y muchos, pero muchos, «¿Ese es el nuevo Samsung? A ver…». Hoy no te voy a contar cómo rinde este dispositivo de gama alta con un hardware top o cómo son sus cámaras, también de gama alta. Si te interesa este dispositivo necesitas un análisis poco común.

El Galaxy Z Flip 3 5G ahora sí tiene un buen diseño

Pareciese que el Galaxy Z Flip 3 5G está a unas 3 generaciones del anterior plegable de la marca. La compañía ha hecho cambios importantes en el diseño que convierten a este dispositivo en uno muy diferente del anterior modelo. Solo un año le ha bastado a Samsung para modelar un plegable hasta dar con una idea bastante buena de lo que debe ser, al menos, en términos de diseño.

La construcción del Samsung Galaxy Z Flip 3 está a la altura de cualquier otro gama alta cuando hablamos de materiales y acabados, al menos en el exterior. En el interior es un dispositivo que tiene pocos homólogos y que se puede comparar solo con generaciones anteriores.

Cuando el dispositivo está desplegado se divide en 2 partes con una bisagra en el centro. Cada parte tiene un marco de metal que acoge una parte de cristal. En la inferior no hay nada y en la superior encontramos una parte teñida por otro cristal de diferente color. Es en este lugar donde se encuentra la pantalla exterior y el discreto módulo de cámara.

La parte inferior tiene unos marcos homogéneos en todos los extremos, esquinas curvas y un agujero en pantalla muy similar al de otros dispositivos del mercado. Las esquinas de la parte inferior tienen una pequeña protuberancia de goma para que las esquinas superiores apoyen al cerrar el dispositivo.

Los marcos del terminal están a medio camino entre unos marcos curvos y unos marcos planos. Es un diseño interesante que no sacrifica la ergonomía y que permite marcar la diferencia con el diseño de la generación anterior.

En líneas generales el nuevo Galaxy Z Flip 3 tiene un gran diseño que lo convierte en la pieza madura que todo usuario busca en las generaciones posteriores a la primera versión.

Cerrado es más compacto, pero también más grueso

Llevo unos días debatiendo en mi cabeza si es más interesante tener un dispositivo plegable. La realidad es que el Galaxy Z Flip 3 es más compacto cuando está plegado, pero esta reducción de tamaño llega cuando nuestra mano, y nuestro bolsillo, se ha acostumbrado a transportar un smartphone común durante todo el día de allá para acá.

Lo anterior ya no es malo y lo nuevo no es tan bueno como pudiese parecer. Es como tener una furgoneta durante 10 años y después pasar a un coche compacto. Sí, aparcarás en un hueco más pequeño todos los días, pero tu ya llevas 10 años aparcando tu furgoneta y te has acostumbrado a lidiar con ello. Que sea más grande ya no es un problema. Además, dejas por el camino algunos detalles que sí son verdaderamente importantes.

Mola terminar de utilizar el móvil, plegarlo con chulería y meterlo en el bolsillo. Bueno, pues yo me voy a poner quisquilloso. No suelo llevar pantalones ajustados, por lo que no me molesta demasiado que el dispositivo sea más grueso de lo normal. Lo que sí me molesta ligeramente es que ahora debo bajar la mano hasta el final del bolsillo para coger el móvil.

Con mi smartphone habitual me basta con introducir dos dedos y sacarlo. Ahora muchas veces tengo que meter toda la mano y cuando la saco el bolsillo del pantalón queda fuera. ¿Una auténtica tontería que solo me está pasando a mí? ¿Problemas del primer mundo? Puede que sí, pero al final no deja de ser algo que no me pasa con un smartphone común y que sí me está pasando con el plegable.

Lo que quiero dejar ver es que sí, el dispositivo es más compacto y se pliega, pero es muy probable que no necesites esto en tu día a día y que el hecho de ser plegable te acarree realizar acciones más largas o más tediosas.

Sacar el móvil del bolsillo y empezar a utilizarlo con una sola mano es algo que se complica cuando tienes un plegable. Debes hacer maniobras complicadas con el dedo o utilizar la boca -sí, la boca- para abrirlo: antes bastaba con no hacer nada. Y créeme: no vas a querer hacer maniobras extrañas con un móvil de 1.100 euros/dólares.

Sigo tratando de pensar qué ventajas reales tiene el hecho de tener un móvil plegable frente a uno estándar. Tras mucho pensar he dado con una que no es una tontería: la pantalla es más resistente a los golpes. Se trata de una pantalla de plástico para poderse plegar, por lo que debería resistir más a los golpes que un móvil con pantalla de cristal.

Más allá de esto, puede que solo quieras tener un móvil plegable por el hecho de ser plegable, pero no por una necesidad real de espacio o funcionalidad. Lo tendrás porque mola, y sí, mola un montón.

La curva del medio, la gran pregunta

Tras llegar a un lugar y dejarle el móvil a todos los presentes llega la gran pregunta: «¿La curvita esta del medio no se nota demasiado?». TODO el mundo que ve el dispositivo pasa el dedo por encima y te pregunta si no te tiras de los pelos todo el rato por tener eso ahí.

Y yo no te voy a mentir, notarse se nota. La buena noticia es que el ángulo de visión en el que menos se nota es en el que está tu mirada. Si miras el dispositivo en cualquier posición que no sea frontal verás la curva de la pantalla con reflejos, pero no sí miras el dispositivo mientras lo utilizas.

Samsung ha conseguido una curvatura muy interesante que se nota y se ve, pero que pasa desapercibida el 80% del tiempo. Ese 20% del tiempo que la curva no pasa desapercibida es molesta, más o menos, el 10% del tiempo. Esto quiere decir que no molesta demasiado y que es viable vivir con un móvil de este tipo.

Eso sí, vuelvo a lo de antes: es un pequeño inconveniente justificado por casi ninguna ventaja real. Si lees un texto verás que hay un par de líneas que se descuadran ligeramente, pero no es nada increíblemente molesto. A su vez, cuando ves un vídeo casi siempre te olvidas de esta curva y no importa demasiado.

Si eres un usuario normal te aseguro que no te va a estallar la cabeza por tener una pequeña curvatura en medio de la pantalla. Eso sí, de nuevo, es posible que no quieras pasar por esto cuando puedes tener un móvil normal sin ese «problema», más barato y que mola un poco menos.

Una pantalla exterior muy útil

El Galaxy Z Flip 3 cuenta con una pantalla en la zona exterior muy útil. En muchas ocasiones podrás ver el contenido de notificaciones, controlar la reproducción de la música o ver la hora sin tener que desplegar el terminal. Esta pantalla es a color y táctil, por lo que puedes navegar por una pequeña interfaz propia y configurarla a tu gusto.

Puedes pausar alarmas desde esta pantalla y también coger llamadas que se reproducen directamente por el altavoz. Los mensajes de WhatsApp, por ejemplo, se pueden leer completos con un par de clics y gestionar sin problema alguno.

Esta pantalla también sirve para poder hacer selfies con la cámara trasera, pues verás el encuadre de la fotografía en la pantalla. Tiene el tamaño perfecto, un buen brillo y una respuesta táctil bastante decente. Es un buen avance respecto al modelo anterior y te ahorrarás desplegar el dispositivo más de una vez al día.

Hay varios detalles mejorables en este plegable de Samsung

Hay varias cosas que no me han terminado de convencerme de este Samsung Galaxy Z Filp 3 5G. La primera es la peor baza del dispositivo: su batería. La autonomía del Galaxy Z Flip 3 es bastante mediocre. Si estás acostumbrado a un dispositivo que llega al final del día con un 15 o 20% de batería estás en problemas.

Un uso medio hace que tengas que pasar por el cargador a mitad de tarde casi con total probabilidad. Por supuesto, esta experiencia mejora si utilizas pantalla en 60 Hz, pero no creo que quieras un móvil de 1.100 euros/dólares para tener una experiencia del pasado.

Puede sonar ridículo, pero con una carga al 100%, utilizando los 120 Hz, en un brillo medio y realizando tareas comunes el dispositivo no llega a las 4 horas de pantalla. Pero no es que no llegue, es que se queda bastante lejos. Si utilizas los 60 Hz y no ves vídeos o no juegas puede que te acerques más a las 4 horas de pantalla diarias.

Esto es algo normal cuando, como fabricante, tienes que robarle espacio a la batería para incluir el mecanismo de plegado. Este Galaxy Z Flip 3 cuenta con una célula de 3.300 mAh, algo que llevamos mucho sin ver en la gama alta.

Otro detalle que no me ha gustado demasiado es que el dispositivo viene sin cargador. Este melón hace tiempo que se abrió y no voy a volver a meterme en ello. Yo pienso que un móvil de 1.100 euros/dólares debe traer cargador en la caja. Samsung cree que no y no te lo incluye, por lo que si quieres cargar rápido debes pasar por caja o utilizar uno que tengas por casa.

Por último, otro de los «problemas» que le encuentro a este Galaxy Z Flip 3 5G es el sonido. Este es de calidad, pero, de nuevo, parece que han tenido que restarle protagonismo al componente para ahorrar espacio. El volumen máximo es bastante justo y si tienes ruido de fondo puede que no sea suficiente. A mi no me ha convencido, aunque soy consciente de que este componente cada vez tiene menos importancia por el auge de los auriculares inalámbricos.

Puedes tener un plegable en 2021, pero meh

Mi resumen del Samsung Galaxy Z Flip 3 5G es que sí, es un smartphone que mola mucho, que atrae miradas allá donde vayas y que tiene todo lo que puedes esperar de un gama alta: excepto una buena batería y un buen audio.

He pasado dos buenas semanas con este dispositivo, el cual, no me ha aportado mucho más allá de la buena experiencia. Puede que haya usuarios que sí necesiten este terminal por algún motivo, pero ese no soy yo. Sí podría tener este dispositivo como smartphone principal sin problema alguno, pero probablemente no desembolsaría lo que cuesta frente a otras opciones del mercado.

Tener un plegable en 2021 es posible, es cómodo y no tienes que pagar 2.000 euros/dólares por él. La «mala» noticia es que no tendrás una mejora real y sustancial respecto a un smartphone convencional, más bien tendrás que lidiar con algunos pequeños detalles que empeoran un poco la experiencia diaria por el hecho de que tu móvil se pliegue.

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