Si un teléfono, (phablet, si hablamos con propiedad), me llamó la atención del pasado IFA de Berlín ese fue sin duda el Samsung Galaxy Note Edge. El terminal firmado por el fabricante coreano supone un soplo de aire fresco en el mundo de la telefonía. Y ojo, no digo que el Samsung Galaxy Note 4 no sea una bestia parta y un excelente terminal, que seguro lo será, pero viniendo de un Samsung Galaxy Note 3 como es mi caso el salto es poco rentable, por lo que su hermano más “fashion“ me parece más interesante, al menos a priori.
Los datos que aún no conocemos
Ya vimos el año pasado como los terminales con pantallas flexibles como el LG G Flex o el Samsung Galaxy Round, sobre todo este último, no pasaban de ser conceptos no aptos para todos los públicos y bolsillos, tanto es así que el terminal de Samsung no ha llegado a casi ningún mercado.
En este sentido no pueden sorprendernos las recientes declaraciones que salen del gigante coreano, más exactamente de su presidente, D.J Lee. En un evento de prensa celebrado en Corea del Sur, afirmó que:
“El dispositivo de la pantalla curvada es un Concepto de edición limitada”.
Una apuesta arriesgada con la que Samsung parece continuar las probaturas, por lo que se antoja si no imposible, si complicado adquirirlo de forma normal. Primer punto en contra, que se confirma cuando conocemos que primero llegará a las tiendas surcoreanas a finales de octubre y según vayan las ventas, estas determinarán la fecha de lanzamiento en otros países, si bien se baraja una posible llegada para finales de noviembre.
Pero es que si con estos datos, más de un interesado no se echa hacia atrás, aún queda por confirmar otro, de no menos importancia como es el precio. Hemos visto medios que cifran el precio del Samsung Galaxy Note 4, el tradicional, en los 729 euros, un precio que se escapa de las posibilidades y del rango aceptable por parte de muchos usuarios.
Este precio, ya de por sí alto, quedaría ensombrecido por el de este Samsung Galaxy Note Edge, del que se oyen rumores, y repito, son solo rumores, que se acercaría a un precio de 1000 euros que lo harían un competidor del iPhone 6 Plus en cuanto a costo. Un teléfono (phablet) exclusivo a un precio igual de elitista.
La ventaja que tienen los terminales de Samsung es que bajan de precio rápidamente y aunque salgan con un valor alto, este baja considerablemente en poco tiempo. Así, aunque valga de salida 729 euros (Samsung Galaxy Note 4) no es de extrañar verlo por 500 antes de navidad.
Si con estos datos, aún no te ha dado un infarto o un susto, puede que entonces estés capacitado para poder acceder a este terminal, que dejando de un lado lo llamativo o útil de su pantalla curvada, no deja de ser sumamente interesante, al menos a falta de poder conocer o probar uno para determinar su funcionamiento.
En mi caso tengo claro que si puedo, uno tendrá cabida en el bolsillo en el momento que los precios sean contenidos y en el peor de los casos, su hermano más clásico, el Samsung Galaxy Note 4, sería una alternativa más que valida.
Pero y a tí, ¿que te parece? ¿Consideras el Samsung Galaxy Note Edge como un phablet viable?