Parece que Samsung no está pasando por su mejor momento. La polémica de los Note 7 explosivos está acabando con la buena racha que llevaba la compañía. Hemos podido ver cómo su valor en la bolsa ha caído bastante y su reputación entre los usuarios ha quedado más que dañada. Es normal, lanzar un dispositivo al mercado con unos problemas tan graves no es digno de una compañía tan importante.
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Además, los gobiernos de algunos países han incentivado más el miedo prohibiendo volar a los clientes con un Samsung Galaxy Note 7. Esto es algo que hemos visto en aerolíneas de todo el mundo y que a día de hoy sigue vigente en la mayoría. Un avión en pleno vuelo es el peor escenario de una explosión, por lo que está totalmente justificado. Pues bien, parece que con los reemplazos no acaba el pesadilla de Samsung, ya que un Note 7 ha explotado en un avión comercial.
Seguro que Brian Green iba tan contento con su nuevo y reluciente Galaxy Note 7 adquirido el 21 de septiembre cuando de repente, al estar embarcando en su vuelo, empezó a notar como un humo gris salía de su bolsillo derecho. Efectivamente se trataba de otro Galaxy Note 7 que se incendiaba. Rápidamente lo sacó y lo tiró sobre la moqueta del avión, esperando, con cara de asombro, que el terminal dejara de arder.
Lo primero que debemos tener en cuenta es que el dispositivo no estaba cargando en el momento del incendio, por lo que es un nuevo caso. Pero lo más interesante y a la vez preocupante es que el Galaxy Note 7 que compró Brian es uno de los terminales seguros que Samsung ha estado reemplazando. Sí, tanto la caja como el IMEI del dispositivo certifican que se trata de un dispositivo totalmente seguro, por lo que Samsung podría estar ante otra nueva pesadilla.
Por el momento es el único caso que hemos visto donde el dispositivo no esté cargando y además sea uno de los seguros, pero deberemos estar muy atentos. Samsung no se ha pronunciado al respecto.