La firma coreana suele lanzar sus phablets de forma oficial a mediados del mes de septiembre, pero esta veztiene pensado hacerlo en agosto, unas dos semanas antes de lo previsto, según hemos visto en The Wall Street Journal. ¿Por qué? Si lo analizamos de un primer vistazo, podemos pensar que tiene mucho más sentido que presente su próximo terminal en el IFA de Berlín, es decir, en septiembre, como hizo anteriormente. Pero el asunto va más allá de esto, ya que, como es de esperar, todo parece una estrategia comercial.
Así es. Se espera que el gran rival de Samsung, Apple, lanzará su próximo iPhone 6S a mediados de septiembre, coincidiendo así las dos potencias prácticamente al mismo tiempo. Pero si los coreanos adelantasen el lanzamiento de su Galaxy Note 5 unas semanas, prepararían antes el terreno para generar más ventas que su rival.
De momento, de este dispositivo solo se conocen rumores que no parecen ir nada mal encaminados, así como una serie de filtraciones de su diseño proporcionadas por @OnLeaks. Todo apunta a una pantalla QHD de 5.67 pulgadas y un Exynos 7422 fabricado por Samsung en su interior. Pero no parece que vayan a haber curvas en la pantalla. De momento esto último es cosa del Galaxy Note Edge y el Galaxy S6 Edge.
Pero Samsung sabe bien lo que hace, y no experimentaría lanzando su último modelo en agosto, sin saber con certeza lo que podría pasar. Si lo hace, cuenta con la experiencia del Samsung Galaxy Alpha, que fue lanzado en agosto del año pasado con buenos resultados. ¿Estaría todo organizado desde un principio?
De todas formas, no tardaremos en salir de dudas. Solo tendremos que esperar un poco más a este próximo mes de agosto para ver cómo se desenvuelven los acontecimientos.
¿Creéis que es una buena estrategia adelantar el lanzamiento o debería esperar al IFA de Berlín?