Llevamos una semana conociendo todos los detalles del Samsung Galaxy S8. Estamos frente a uno de los dispositivos más interesantes de la gama alta, ya que cuenta con uno de los diseños más espectaculares, un hardware potente y una de las mejores cámaras. Teniendo lo mejor en estos puntos, es normal que los usuarios de todo el mundo estén deseando echarle el guante. Una de las mayores críticas que hemos visto hacia este Galaxy S8, es el aumento del precio. La versión más pequeña del Galaxy S8 es más barata que el Galaxy S7 Edge en su día, aunque si queremos el Galaxy S8+ tendremos que pagar 909 euros. Aunque con los años la tendencia es que bajen los precios de la tecnología, parece que todo sube, y también lo empezamos a ver en el precio del iPhone 8.
Apple es una de las compañías más interesantes del mercado. Aunque no es la que más dispositivos vende, sí es la que más beneficios ingresa. Hace poco, os contamos que el 80% de los ingresos de la telefonía móvil mundial, son para Apple, una cifra de la que pueden estar orgullosos. Esto nos deja con el mayor margen de beneficio, y con unos precios de venta al público muy elevados. Pues bien, gracias al Samsung Galaxy S8, puede que veamos como Apple aumenta el precio del iPhone 8.
Aunque parezca mentira, hay una gran parte del mercado que no se guía por las especificaciones de un dispositivo, sino por el precio del mismo. Puede ser algo inteligente, pero hasta cierto punto. Si comparamos un Moto G5 con un Galaxy S8, claramente sale vencedor el de mayor precio, pero cuando comparamos un OnePlus 3T con el Galaxy S8, ya no podemos decirlo tan rápidamente, aunque la diferencia de precio sea de 400 euros.
Pues bien, cuando el mercado se guía con el precio, lo primero que hace, es fijarse en el dispositivo más caro de la tienda. Actualmente seguro que es el Galaxy S8, aunque cuando salga el iPhone 8, será este el que más cueste. Apple tiene un gran margen de beneficio, y si su competencia directa aumenta el precio de los terminales, le deja la puerta abierta para subir sus precios aún más. Aunque los dispositivos de Apple sean buenos, todos son bastante caros. Podemos ver esto desde un móvil, hasta un adaptador USB Type-C para el MacBook Pro.
Nunca lo sabremos, pero si el Samsung Galaxy S8 hubiera salido con unos precios más contenidos, es muy posible que el precio del iPhone 8 también hubiera sido menor. No sabemos exactamente hacia dónde vamos, pero que la tecnología cada vez sea más cara no es síntoma de progresión.