¿Alguna vez te has encontrado una tarjeta MicroSD perdida? ¿Y una memoria USB? El solo hecho de pensar en quedártela es un riesgo importante para tu dispositivo y datos. Hoy te contamos por qué nunca deberías hacer uso de memorias externas que te encuentres por la calle. Ni siquiera deberías conectarlas a tus dispositivos para intentar devolverlas a su dueño. Es algo muy peligroso que puede pasar factura a tu smartphone u ordenador. ¡Te contamos por qué!
Perder una memoria USB o una tarjeta microSD es algo bastante común por culpa de su tamaño. Cuando alguien encuentra este tipo de objetos tiene varias opciones. Ya te adelantamos que solo hay una correcta y con la que no corras peligro:
De todas estas opciones solo hay una que es segura para ti, tus dispositivos y tus datos, y es la primera. Lo mejor es que no interfieras y que dejes la tarjeta o la memoria USB en el lugar en el que la has encontrado. Probablemente el dueño recorra los pasos que hizo y puede que acabe dando con ella.
Probablemente no lo sepas, pero hay dos motivos principales por los cuales es muy mala idea utilizar una unidad de memoria que te has encontrado. Puede tratarse de un USB Killer o un USB infectado. Cuando nos referimos a «USB» también hablamos de tarjetas microSD, tarjetas SD, discos duros o cualquier unidad que sea capaz de almacenar información.
Insertar una memoria desconocida en un ordenador es algo bastante peligroso, pues desconoces completamente su origen y las intenciones. En la mayoría de casos simplemente será una tarjeta perdida con fotografías, pero cabe la posibilidad de alguien esté detrás de una muy mala intención.
Sí, es posible identificar si una memoria USB se trata de un «USB Killer» que puede destrozar tu ordenador o móvil. De hecho es bastante sencillo hacerlo, por supuesto, sin necesidad de conectarlo a nada.
Una memoria USB cuenta con 3 partes diferenciadas: el conector, el circuito impreso y la carcasa. Un USB Killer comparte dos de estas tres partes: el conector y la carcasa. El circuito impreso es completamente diferente y muy fácil de diferenciar.
Tan solo debes abrir la carcasa del USB con cuidado y echar un vistazo al circuito interior. La fotografía anterior te permitirá saber qué es un USB y qué es un USB Killer. Si está lleno de condensadores ya sabes: destrúyelo y nunca lo conectes a nada.