Este año Google nos ha dejado con varias sorpresas que no esperábamos tan pronto. Su cambio radical en la gama Nexus ha sido lo más significativo, y es que, para quien haya estado metido en un bunker los últimos 4 meses, decirle que los Nexus ya no se fabricarán más y a partir de ahora son llamados Pixel. Google ahora intenta camuflar mucho más que la fabricación corre a cargo de otra compañía, en este caso HTC.
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También vemos cambios en las nuevas versiones de Android, ya que los Nexus de años anteriores no cuentan todavía con la última versión, la cual ha sido destinada en exclusiva durante un tiempo a los nuevos Pixel. El precio de los nuevos teléfonos no es nada barato y su diseño deja mucho que desear. A pesar de todo esto estamos frente a uno de los mejores dispositivos del año, el cual cuenta con el apoyo de miles de usuarios que lo catalogan como el mejor Android del año. Pero no todo es oro lo que reluce.
Desde octubre venimos contando un problema bastante grave que le ocurre a una cantidad considerable de usuarios. Se trata de la cámara de los nuevos terminales, la cual en algunas ocasiones no es capaz de enfocar correctamente o muestra unas franjas de color púrpura que no permiten hacer una fotografía correctamente.
En un principio Google contestaba a dichas quejas, diciendo que estaba trabajando en ello, pero desde hace un par de semanas, los usuarios se están quejando de que Google no responde sus mensajes sobre este tema y que lo está dejando pasar. Sin duda para alguien que se ha gastado 800 euros en el nuevo terminal de Google no es nada que quiera dejar pasar, por lo que el descontento es grande.
Un teléfono nuevo, con soporte directo de Google y que lleva unos dos meses con un problema tan grave no es moco de pavo, y esperamos que Google lo solucione con la actualización de seguridad de diciembre, ya que de no hacerlo puede meterse en acusaciones que no le gustarán nada.