Tras una cantidad vergonzosa de filtraciones, los Google Pixel 4 se han presentado de forma oficial. En Pro Android ya te hemos traído todos los detalles al respecto, así como una comparativa de características con su antecesor. Ahora es el turno de ponerlo cara a cara con sus rivales directos, los flagships como el iPhone 11, OnePlus 7T o el Samsung Galaxy Note 10. De nuevo, estamos frente a una comparativa de características, pero nos servirá para ver en qué posición queda este nuevo terminal de Google frente a su competencia directa.
La gama alta premium no es un mercado sencillo ni mucho menos. Cuando vamos a gastarnos tanto dinero en un teléfono, hasta el más mínimo detalles importante para inclinar la balanza hacia alguna de las principales opciones. Este Google Pixel 4 cuenta con una hoja de características bastante completa, aunque como veremos, presenta algunas carencias respecto a teléfonos de la competencia.
Sin duda, es lo primero en lo que nos fijamos a la hora de escoger un teléfono. Que el diseño del dispositivo se adapte a nuestros gustos es necesario para sentirnos cómodos con el teléfono desde el primer momento, aunque es normal que acabemos acostumbrándonos a lo que sea. Este Google Pixel 4 no es el teléfono más bonito del mercado, ni siquiera el segundo (podríamos seguir así durante un buen rato). Parte de la culpa la tiene su frontal, bastante desaprovechado para lo que vemos hoy en día, al contar con un marco superior de gran tamaño para albergar todos los nuevos sensores. El resto de marcos tampoco consiguen igualar a su competencia.
El iPhone 11 Pro en este caso sigue ofreciendo el mismo diseño frontal desde hace dos generaciones. Sin ser el mejor aprovechado, los marcos simétricos le dan una estética más pulida, así como el notch, que es de menor tamaño al marco de los Pixel 4, aunque cuenta con menos sensores en su interior. Con este teléfono comparte gran similitud en la parte trasera, sobre todo en el módulo de cámara cuadrado en la esquina superior izquierda, aunque Apple apuesta por tres sensores de cámara en vez de dos.
Respecto al OnePlus 7T, el diseño está infinitamente más cuidado. Al no tener sensores avanzados en el frontal prácticamente todo es pantalla excepto por el notch gota de agua y unos marcos mínimos. En la trasera también nos encontramos con un módulo de cámara de gran tamaño, aunque en este caso es circular y se encuentra centrado. Al igual que en el iPhone 11 Pro, cuenta con tres sensores en su interior.
Quizás el Samsung Galaxy Note 10 sea el que mejor diseño tenga de todos estos terminales. Sus marcos de pantalla son casi inexistentes y la curvatura de la misma ayuda a que así lo parezca. En la parte superior central tenemos un agujero en la pantalla para la cámara frontal, que si bien no es precisamente discreto, le otorga una esencia que hace que sea fácilmente reconocible. Se trata del teléfono más cuadrado de todos, su pantalla también. En la parte trasera, la triple cámara está en disposición horizontal, con un diseño lejos de su competencia.
Respecto a los materiales de construcción, no hay queja ni gran diferencia del Google Pixel 4 con su competencia. El cristal predomina en la parte trasera de todos ellos y el metal lo hace en los marcos.
No vamos a ponernos a comparar detalle a detalle la hoja de características de todos estos teléfonos, pues cada uno de ellos cuenta con unas características de gran nivel. En este punto, es difícil comparar la potencia del iPhone 11 Pro con la del resto de rivales, pues pese a que su procesador sea significativamente más potente, el rendimiento real no es tan distinto del de estos. En este caso, el Google Pixel 4 apuesta por el Qualcomm Snapdragon 855, que se sitúa un escalón por debajo del 855+ del OnePlus 7T (una diferencia casi inapreciable), pero que a su vez ofrece mejor rendimiento que el Exynos 9825 del Samsung Galaxy Note 10 (de nuevo, una diferencia pequeña).
Donde si vemos más diferencia es en la cantidad de memoria RAM. Tanto el iPhone 11 Pro como el Google Pixel 4 apuestan por 6 GB, mientras que los otros dos modelos, lo hacen con 8 GB. En este caso lo pondríamos en empate técnico, pues a pesar de no ser el teléfono con mayor memoria RAM de todos, Android Stock tiene un mejor control de la multitarea que otras capas de personalización.
Donde no podemos obviar la diferencia es en la batería de este terminal. 2.800 mAh se nos hacen muy justos para un teléfono con esta potencia en 2019, sobre todo cuando su pantalla tiene 90 Hz de tasa de refresco. El OnePlus 7T ya adolece de ese problema, pero al menos sus 3.800 mAh hacen que la cosa esté más compensada. Pese a no ser el más grande ni tener pantalla de 90 Hz, el Samsung Galaxy Note 10 con sus 3.500 mAh tampoco hace grandes consumos, mientras que el iPhone, pese a tener 3.046 mAh, es el que mejor autonomía demuestra de todos ellos, en parte gracias a su reducido tamaño de pantalla.
La verdad es que en este punto tampoco podemos dar un claro vencedor. El Google Pixel 4 no es el mejor en ninguno de los apartados, pero tampoco es el peor (a falta de conocer su autonomía). Se trata de un terminal bastante balanceado y cuyo mayor defecto, según nuestra opinión, es su diseño.
Hace años que los Google Pixel son considerados las mejores cámaras en un smartphone. El problema es que con el paso del tiempo, no han sabido adaptarse a las tendencias y pese a tener una cámara excepcional, no era la más versátil al no ofrecer ni un gran angular ni una lente telefoto. Este año, con los Google Pixel 4 vemos por primera vez dos sensores en la parte trasera, uno de 12 megapíxeles y otro de 16 megapíxeles telefoto con dos aumentos. Sigue sin ser la experiencia más versátil, pero la cosa ha mejorado. Este año también esperamos que sea la mejor cámara fotográfica en un móvil.
El OnePlus 7T es el que ofrece unos resultados más flojos en este apartado. Pese a contar con tres cámaras (normal, gran angular y telefoto), no está al nivel de terminales de otras marcas, en gran parte por su postprocesado y porque el sensor IMX586 de 48 megapíxeles queda un paso por detrás de otros sensores con menor resolución, pero es una gran mejora respecto a su antecesor.
El mayor competidor a día de hoy en este sentido es el iPhone 11 Pro con su triple cámara trasera de 12 megapíxeles (cada sensor). Si bien las fotos que nos ofrece este terminal de Apple son increíbles, si tenemos que jugarnos algo, es que donde se diferencia de Google es en el apartado del vídeo, pues cuenta con la mejor grabación en ningún teléfono.
En este apartado, el Samsung Galaxy Note 10 le sigue de cerca y también suponemos que superará a la grabación del Google Pixel 4. En fotografía, aunque quedará cerca, probablemente tenga peores resultados, aunque de nuevo cuenta con triple sensor para más versatilidad, así como una cámara principal con apertura focal variable, pero al final el software de Google ha demostrado ser más valioso y potente que el hardware de otras marcas.
Este año nos hemos dado cuenta que no todo es la calidad de la imagen en la pantalla de un teléfono. Si bien sigue siendo el principal punto de interés en una pantalla, la tasa de refresco también ha demostrado ser algo tremendamente interesante, sobre todo para la experiencia de usuario. El Samsung Galaxy Note 10 es el que mejor calidad de imagen ofrece en su pantalla DynamicAMOLED de 6,3 pulgadas en resolución FullHD+. En el caso del iPhone, es el que mayor resolución y densidad de píxeles ofrece, pero queda eclipasda por la calidad del panel de Samsung y por la tasa de refresco del Google Pixel 4 y el OnePlus 7T.
Así es, el Google Pixel 4 se une a los 90 Hz de tasa de refresco, lo que permite disfrutar de forma mucho más fluida del software y casi cualquier aplicación. Queremos romper una lanza a favor del iPhone 11 Pro y es que cuenta con una tasa de refresco táctil de 120 Hz para bajar la latencia de la pantalla, pero visualmente, los 90 Hz son increíbles. En este apartado, podemos decir que en calidad ganaría el Samsung, pero tanto el Pixel como el OnePlus 7T cuentan con un panel mucho más llamativo por la tasa de refresco.
Os habréis dado cuenta que en esta comparativa no podemos dejar un claro ganador. Cada teléfono tiene sus más y sus menos. En caso del Google Pixel 4, lo peor que le vemos es su diseño, pues sus características, a excepción de su batería, están bastante balanceadas, así como el hecho de ofrecer una de las mejores, si no la mejor, experiencia fotográfica del mercado. Al final todo depende del precio de cada uno de los teléfonos y ver si estamos dispuestos a renunciar o no a según qué aspectos.
El Google Pixel 4 parte de los 749 euros, mientras que el OnePlus 7T lo hace de los 599 euros, el Samsung Galaxy Note 10 de los 949 euros y el iPhone 11 Pro de los 1.159 euros. ¿Con cuál te quedas tú?