Hace unos días se filtraba por completo la página web que albergaba toda la información respecto al nuevo buque insignia de LG, el LG G4. Algo que, creo pensar, de casualidad tiene poca. A LG le encanta hacer ruido, es por ello que este año huyó, una vez más, del Mobile World Congress para la presentación de este nuevo flagship, y lo hará ahora, en una presentación que tendrá lugar el próximo 28 de abril.
Enfrentarse a la presentación los tope de gama de Samsung o HTC no es sencillo. LG quiere que todas sus miradas giren entorno a ellos y que nadie les eclipse e, incluso, tienen la capacidad de filtrar sus propios terminales para ir animando el ambiente. Son teorías, pero poco tienen de extrañas.
Mejorando lo presente
Con esta filtración, queda resuelta toda incógnita. Un terminal que ha causado tantas reacciones con pixeles por pulgada tiene su pantalla; sin embargo, creo que LG sabe escuchar al usuario, y el LG G4 es una prueba de ello.
Nos encontramos con una pantalla que se mantiene en las 5,5 pulgadas y una resolución QHD, un procesador Qualcomm de cuatro núcelos a 2,5 GHz—que no especifica— y 2 o 3 GB de RAM en función de su memoria interna. Sin embargo, su máxima diferencia la encontramos en el exterior. Un terminal que ha intentado dar un paso al frente, marcando el punto de diferencia y originalidad. El espíritu del LG G Flex ronda en varios terminales de la firma, con aspectos curvados y diseños cuadrados. Y con el LG G4 no iba a ser menos, con una curvatura en su trasera, que ayudará, indudablemente, a la mejor ergonomía en la mano.
Continuamos con la trasera, que puede ser retirada. Algo que respetan del LG G3 y que mucha gente agradecerá ya que permitirá no solo retirarla, sino extraer la batería u optar por carcasas intercambiables. Esto seguramente dará mucho juego, ya que han apostado por texturas muy marcadas, como diferentes tonalidades, cueros, piel, policarbonato, etc.
Batería extraíble: la única opción en 2015 en la gama alta
Parece que LG tiene claro que la competencia en términos de cámara es muy dura, y ha decidido apostar por ello. Cuenta con una cámara de 13 megapíxeles, con estabilizador óptico de imagen 2.0, y una apertura focal de f1,8. Cifras similares a las que maneja, por ejemplo, el Samsung Galaxy S6. Además, el G4 respeta el láser infrarrojo para el enfoque, que ya traía su predecesor.
Sin lugar a duda, LG ha querido lanzar una revisión de su flagship de 2014, jugando con las texturas, con el diseño y arreglando los inconvenientes de su anterior terminal. Su pantalla con tecnología Quantumm Display creo que potenciará notablemente los ángulos de visión y la viveza de los colores: un punto cuestionable que tenía el LG G3. Y los acabados en cuero y piel ayudará un poco a huir de la monotonía a la que los fabricantes nos tienen acostumbrados.
Pero LG sabe que hay cosas que funcionan, y ha decidido mantenerlas, como puede ser el diseño con la botonera trasera y la carcasa y batería extraíble, un detalle que muchos usuarios agradecen sin duda. A cambio ha sacrificado un poco el diseño, que se muestra algo más tosco, y grueso en comparación a lo que estamos acostumbrados. Una estrategia que difiere por completo con la que ha hecho Samsung este año, apostando por el diseño delgado, pero sacrificando, eso sí, aquellas partes en las que LG se mantiene.
La sombra de Samsung Galaxy S6 durante este 2015 de cara al resto de terminales va a estar totalmente presente. Y pocos serán los terminales que consigan hacerle frente. Pero creo pensar que LG tampoco lo va a intentar: saben que el fabricante coreano está un paso por encima, pero eso les ayudará a rascar unas cuantas compras apostando por un precio de salida bajo, como ya hiciera con el LG G3, lo que ayudará a convertirse en la primera opción para muchos compadores.