Hoy estamos en el último día de MWC. La locura ha acabado, y el evento de se hace practicable. Es el día perfecto para visitar los stands menos importantes, pero interesantes. También es el día para hacer repaso, y echar un vistazo a todo lo que se ha presentado en la feria. Hablando entre los compañeros que hemos acudido al MWC de Barcelona, hemos sacado algo en claro. No nos compraríamos ninguno de los teléfonos de gama alta que se han presentado.
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Un servidor ha podido probar todos los dispositivos, y puedo decir que los que más me han gustado, han sido el LG G6 y el Huawei P10. Podéis ver mi comparativa aquí, donde os cuento las principales diferencias de ambos teléfonos. Pero hoy no toca hacer repaso de las especificaciones internas, sino del software que llevan estos dos dispositivos. Tanto LG, como Huawei utilizan Android 7.1 Nougat en los nuevos terminales, pero ambos superponen una capa de personalización bastante intrusiva.
Os odio capas de personalización
En estos momentos, soy un usuario de un Galaxy S7, el modelo de pantalla plana, ya que no me gustan los dispositivos con más de 5,2 pulgadas de pantalla, al menos, para usarlo en el día a día. En el MWC he podido probar decenas de dispositivos, pero sigo pensando que lo más cómodo son las 5 pulgadas. Dentro de las nuevas presentaciones, el único dispositivo que me interesa, y que entra dentro de mis requisitos, es el Huawei P10. Es un terminal muy bien construido, con unos materiales realmente premium, una cámara muy buena y una pantalla sobresaliente. El problema, es que EMUI es como usar un Ferrari con la electrónica de un Opel Corsa.
Todo amante de Android que se precie, tiene predilección por el sistema operativo de fábrica, es decir, el de los Nexus o los nuevos Pixel. El problema de los nuevos terminales de gama alta, es el software. Lo tienen todo para triunfar, pero no me veo capaz de usar un teléfono con una capa como esta. En mi Galaxy S7 corro Nova Launcher por encima de Touchwiz, y aunque no es la mejor opción, tengo un teléfono que me gusta, muy potente, y que por el momento no quiero cambiar.
Esto mismo le pasa a LG. El nuevo teléfono es espectacular, y aunque la pantalla es algo grande para mis gustos, tengo que decir que es un teléfono que me encanta. El problema que tiene es el mismo. Un gran diseño, cámara increíble y una pantalla digna de mención, pero cuenta con una capa muy cargada que poco se parece a lo que vemos en Android Stock.
Google Edition, vuelve, por favor…
Para el que no lo sepa, los teléfonos Google Edition llegaron hace unos años, donde podíamos ver terminales de Samsung o HTC corriendo el sistema de Google sin ningún añadido de la marca. Los vendía directamente Google en su tienda, al mismo precio que el terminal con la capa de personalización. Uno de los últimos teléfonos que pudimos ver con esta configuración, es un Galaxy S4 con Android Stock y actualizaciones de Google.
En estos momentos, pienso en la posibilidad de que Google retome este proyecto y nos deje con un LG G6 Google Edition, o un Huawei P10 Google Edition. Si esto fuera real, mi planteamiento sobre la gama alta cambiaría radicalmente, ya que contaría con el mismo software que un Google Pixel, pero con muchos más diseños para elegir.
Cada vez son más los españoles que tienen un smartphone