Si lleváis bastante tiempo interesados por el mercado de la telefonía móvil, es probable que conozcáis Fairphone, la empresa que se encarga de lanzar teléfonos lo más éticos, justos y ecológicos posibles. De momento, eran dos las versiones de este teléfono que habían presentado, pero hoy vemos como el Fairphone 3 ha llegado al mercado, tres años más tarde desde la salida de su antecesor.
La premisa de Fairphone no es ofrecer el mejor teléfono posible en ningún aspecto común. Ninguno de sus modelos ha sido demasiado potente, ni ha contado con el mejor diseño. Tampoco son los que mejor construcción tienen. Eso sí, en cuanto a reparabilidad, son lo mejor que hay, pues esa es una de las iniciativas de la propia marca: que sus teléfonos sean fácilmente reparables gracias a su montaje mediante módulos.
El Fairphone 3 está fabricado en gran parte con materiales reciclados
Literalmente el nombre del Fairphone 3 sería Teléfono Justo 3. Con este nombre, no es que el precio a pagar sea el justo por el coste de fabricación del dispositivo, no. Fairphone pretende que en la medida de lo posible sus teléfonos respeten el medio ambiente, el mercado justo y las condiciones de trabajo humanas y legales. Por eso, parte de los materiales utilizados en su interior, como el cobre o el plástico son totalmente reciclados. El oro proviene del mercado justo. El estaño y el tungsteno provienen de países que no están en conflicto y luchan para que el cobalto y litio de sus baterías provenga de minas con condiciones laborales justas.
Es por ello, que el precio a pagar por el teléfono es más de lo que pagaríamos por un teléfono normal y corriente de características similares. El Fairphone 3 podemos comprarlo desde ya por 450 euros y cuenta con las siguientes características internas:
- Pantalla de 5,65 pulgadas IPS en formato 18:9 y resolución FullHD+ protegida por Corning Gorilla Glass 5
- Procesador Qualcomm Snapdragon 632 de ocho núcleos
- 4 GB de memoria RAM
- 64 GB de almacenamiento interno ampliable mediante tarjeta microSD
- Batería retirable de 3.000 mAh con soporte para Qualcomm Quick Charge 3.0
- Cámara trasera de 12 megapíxeles con apertura focal f/1.8 y tecnología Dual Pixel
- Sensor Sony IMX363 (el mismo que los Pixel 3a)
- Estabilización electrónica de imagen
- Cámara frontal de 8 megapíxeles con apertura focal f/2.0
- Estabilización electrónica de imagen
- WiFi de doble banda
- NFC
- Lector de huellas trasero
- Altavoces estéreo
- Puerto jack de 3.5 milímetros
Como veis, estas características son inferiores a las de un teléfono convencional de 450 euros, pero es el precio a pagar por tener la conciencia tranquila al saber que tu teléfono es lo más justo posible. Además, si tenemos algún problema, tendremos 2 años de garantía con la marca y si queremos repararlo nosotros mismos, el interior del teléfono está separado en siete módulos de fácil sustitución. La compra de estos módulos podemos hacerla a través de la propia web de la marca y su precio no supera los 90 euros (lo más caro es la pantalla)