Los nuevos Pixel de Google siguen siendo uno de los móviles más esperados en el mercado. Ha llegado ya a ciertas partes del mundo como Estados Unidos o Inglaterra, pero todavía estamos esperando a que su lanzamiento sea global. Estos Pixel van a intentar llevar la mayor parte de los clientes del mercado gracias a su nueva estrategia de marketing y su propósito de ser el mejor smartphone en el año. Antes lo tenía más difícil porque tenía que competir con el Note 7 de Samsung, pero ahora que este último se ha retirado su mayor rival es el iPhone.
Analizamos la estrategia de Google con sus nuevos Pixel
El precio de los nuevos dispositivos de Google ha sido bastante superior con respecto a los Nexus del año pasado. Tanto el Nexus 6P como el Nexus 5X tenían un precio bastante bueno para lo que ofrecían y se podía considerar que tenían una buena relación calidad/precio -sobre todo en el mercado americano-; pero con los Pixel ha cambiado, ya que su precio en Estados Unidos tendrá un precio parecido a los iPhone y en España: el modelo más caro llegará a costar más de 1.000 euros. Una estrategia muy diferente a la del año pasado que tenemos que ver si funciona bien.
Hoy hemos podido saber el precio que le cuesta a Google fabricar un Pixel XL en su versión más básica. El valor estimado estaría cerca de los 285 dólares según los analistas de IHS, empresa que publica un informe del costo de todos los móviles. El precio de este dispositivo sería de 769 dólares en Estados Unidos, así que la diferencia sería de 484 dólares. Este dinero no sería el beneficio que se llevase Google por vender los dispositivos. Hay que tener en cuenta más gastos aparte del de producción, como el desarrollo de software, I+D y publicidad del dispositivo en cuestión. Es decir, que el beneficio que consiga Google por cada Pixel XL vendido será mucho menor que 484 dólares.
Si lo comparamos con otros dispositivos, el Pixel XL tiene un costo de fabricación 60 dólares mayor que el S7, que cuesta 255 dólares, y el iPhone 7, que cuesta 224 dólares. Una de las razones de esto es que Google compra casi todos los materiales a otras compañías. Su panel, que es su componente más caro, le ha costado 58 dólares y está fabricado por Samsung, mientras que Samsung con el S7 fabrica sus propias pantallas. Otro de sus componentes más caros es su procesador, fabricado por Qualcomm y que tiene un precio de 50 dólares.
En resumen, su precio es mayor comparado con los terminales de gama alta de otras marcas, y si le sumamos su excesiva publicidad tenemos el porqué de sus precios tan altos.