A menudo, una de las primeras cosas que hacemos la mayoría de usuarios cuando adquirimos un smartphone nuevo, es buscar la mejor forma de protegerlo, al menos los primeros meses, para evitar posibles disgustos demasiado pronto. Las fundas son el accesorio que nunca falla y las encontramos de mil tipos y formas diferentes para casi cualquier smartphone, desde la clásica funda de silicona, hasta las que tienen variopintas formas, como si de un concurso de disfraces se tratase. Pero desde hace unos años, otro accesorio que se ha convertido casi en indispensable, es el cristal templado, amado por unos y despreciado por otros.
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La razón por la cual te puede gustar o hayas escogido utilizar un cristal templado en tu smartphone, es rotunda: evitar que la pantalla se rompa con una caída o con un golpe involuntario, situaciones de las cuales nos puede salvar este accesorio, ya que evita la rotura de pantalla sacrificándose él mismo. Y a los que no les guste tanto este accesorio, muy posiblemente es porque estropea la experiencia de usuario, la parte frontal pierde parte de su encanto, puesto que se ven una serie de líneas que no están al mismo nivel de la pantalla y la sensibilidad táctil no es exactamente la misma. A día de hoy, es muy común encontrarnos con pantallas con protección Gorilla Glass o Dragontail, pero parece que no es suficiente para ciertas personas, pero, ¿cuándo vale y cuándo no la pena adquirir un cristal templado?
Gorilla Glass, Dragontail, ¿qué significa?
Antes de empezar, aclararemos algunos conceptos que iremos utilizando a lo largo del artículo. En el momento hablemos de la dureza de un material (duro o blando), nos ceñiremos al significado físico, sobre su resistencia a arañazos, mientras que la tenacidad (tenaz o frágil) es la resistencia a impactos. Para calificar la dureza de los materiales, se utiliza la escala de Mohs, la cual va desde 1H hasta 10H, el material conocido más duro del planeta, el diamante.
Retomando la principal razón por la que un cristal templado puede parecer una buena idea, es la protección de la pantalla de nuestro terminal, principalmente ante golpes, pero también ante arañazos, por lo cual hablaremos de las dos situaciones que nos podemos plantear a la hora de hacernos con uno y por qué la tendencia apunta a que se dejarán de usar en un futuro cercano.
Empezó en terminales de gama alta, pero a día de hoy, casi cualquier teléfono cuenta con un cristal con algún tipo de protección, los más comunes, protegidos por Corning Gorilla Glass, el cual, actualmente ya cuenta con una quinta versión de este cristal. Con cada versión, hemos visto como Corning nos ofrecía un mayor grado de protección. El primer smartphone que salió al mercado con esta versión de Gorilla Glass, fue el Samsung Galaxy Note 7, que, a pesar del poco tiempo que duró en el mercado por los problemas con su batería, llegó a pasar por diferentes pruebas de resistencia de algunos medios. Gorilla Glass 4 es la protección que vemos en más terminales de gama alta a día de hoy, como por ejemplo el LG V20.
Ambos terminales, cuentan con pantallas de gran formato, 5’7 pulgadas para ambos modelos, por lo que a la hora de pasar algún test de caídas, ambos tienen el mismo área de impacto. Gracias al canal de YouTube de JerryRigEverything, el cual, ha realizado pruebas de dureza y resistencia a ambos terminales, podemos daros algunos datos técnicos sobre Corning Gorilla Glass 4 y 5, ya que en su página web no encontramos ninguna clase de especificación. Si nos centramos en el tema de la dureza, hay que tener en cuenta que la dureza del cristal, oscila entre los 5H y 6H, por lo que una pantalla con este tipo de protección debería tener una mayor resistencia. Concretamente, tanto la pantalla del LG V20 como la del Samsung Galaxy Note 7, empiezan a rayarse a partir de los 6H, adquiriendo una mayor profundidad las rayas con una dureza de 7H, por lo que podemos decir que ambas versiones de Gorilla Glass tienen una dureza de entre 5H y 6H.
La razón por la cual la dureza de ambas versiones de Corning Gorilla Glass es la misma, es porque, la nueva versión no es que sea más dura que la anterior, sino más tenaz, por lo que resiste mejor los impactos que puede sufrir nuestro teléfono al caer. Esta es la característica que hace que compita directamente con los cristales templados, puesto que en tema dureza, pocos materiales en los que nuestro terminal está en contacto, son más duros en la escala de Mohs, ya que por ejemplo, una moneda tiene una dureza 3H y nuestras llaves, aproximadamente de 4H, muy por debajo de los 6H que nos ofrece Corning Gorilla Glass.
Entonces, ¿necesito un cristal templado?
Depende. No, no existe una respuesta universal a esta pregunta, ya que depende de tu terminal y de las condiciones que pueda sufrir según el uso que le des. En tema de dureza, no podemos hablaros sobre los cristales templados, pues existen de muchas marcas, precios y materiales diferentes, pero su fin no es proteger nuestra pantalla ante ralladuras, aunque, aparentemente, si contamos con algún tipo de protección en la pantalla de nuestro smartphone, no lo necesitamos, pero otra cosa muy diferente es su tenacidad. La realidad es que el cristal templado, es realmente frágil, ya que es realmente fácil de romper, entonces, ¿de qué me sirve si es blando y frágil?
La clave la encontramos en su capacidad de absorber el impacto. En una caída «fatal», donde la pantalla impacta directamente con el suelo, puede que incluso el cristal templado sea insuficiente, pero por norma general, en algunas caídas, podemos ver como el cristal templado se hace añicos, pero al retirarlo, la pantalla del terminal se mantiene intacta. Si es un accesorio tan milagroso como parece, ¿por qué no debería de utilizarlo como complemento a la protección de serie de la pantalla de mi terminal? La respuesta es simple y llanamente, el diseño de la misma.
A día de hoy, cada vez más terminales incluyen pantallas curvas, ya no al nivel del Samsung Galaxy S7 Edge por ejemplo, sino con la curvatura 2.5D, la cual aporta una sensación de calidad en la mano, puesto que la pantalla no es tan agresiva en cuanto a sus bordes se refiere. Esta tendencia va a más y es un problema a la hora de adquirir un cristal templado, puesto que no cubre el totalidad de la pantalla y es muy fácil que no adapte bien y acaben saliendo burbujas en los bordes de dicho cristal, haciendo que se despegue de la pantalla. Probablemente conozcáis a alguien que sufra esto, entre otros, los usuarios de un iPhone 6 o superior y es algo que empeora, en cierto, modo la experiencia de usuario.
Es por eso por lo que no podemos deciros si vale o no la pena haceros con un cristal templado. Si el diseño de vuestro terminal lo admite y no os importa que la pantalla sobresalga un milímetro, adelante, nunca está de más ese extra de protección. Pero si vuestro terminal cuenta con un diseño que no hace buenas migas con un cristal templado, probablemente no os haga falta, pues con la resistencia de serie de la pantalla, debería ser suficiente para evitar algún susto, sobretodo si cuenta con una de las últimas versiones de Corning Gorilla Glass.
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