Estamos continuamente recibiendo amenazas de hackers, empresas y otros colectivos o individuos los cuales quieren nuestros datos para sacar provecho, y sobretodo dinero, de ellos. Acabamos de saber que existe un método para espiar tu WhatsApp por el cual pueden saber qué patrones de sueño sigues y conocer con quién mantienes una conversación. No es ningún fallo de la aplicación ni de los servidores. Y eso es lo que más miedo da.
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La aplicación de mensajería propiedad de Facebook ha sido numerosas veces criticada por la falta de seguridad en su servicio. Se incluyeron los mensajes cifrados y numerosos métodos para disuadir a los hackers y proteger la información y privacidad de los usuarios. Pero parece que nunca es suficiente. El problema es que una función a priori inofensiva, se ha utilizado para controlar y conocer los hábitos de las personas que usan la app.
Pueden espiar tu WhatsApp sabiendo tu estado ‘en línea’
El fallo no viene de ningún error en el código ni de una vulnerabilidad de la aplicación. El problema viene de una función que tiene la aplicación prácticamente desde sus inicios. Se trata de las características de estado de la última conexión del usuario así como del estado en línea. Estas funciones permiten a los usuarios conocer si la persona con la que hablan está conectada en ese momento (en línea) o cuándo fue la última vez que lo hicieron. Herramientas útiles para conocer el estado de las conversaciones. El problema viene cuando alguien con unos conocimientos técnicos mínimos y un ordenador usa esos datos para espiar tu WhatsApp y así conocer tus rutinas, ciclos de sueño y personas con las que hablas.
El ingeniero de software Ron Heaton ha demostrado que conociendo los datos en línea de los usuarios puede averiguar sus patrones de utilización de la aplicación. Lo que conllevaría a vulnerar la privacidad de los usuarios. El desarrollador, mediante una extensión de Chrome, registra la actividad de conexión de sus contactos de WhatsApp a través de la aplicación web del servicio. De esta forma puede aproximar las horas de sueño de una persona y, cruzando los datos obtenidos de varios contactos, inferir cuáles están hablando entre ellos.
Esto a gran escala podría venderse a poderosas empresas que monitoricen los hábitos de los usuarios. Conociendo los ciclos de sueño, por ejemplo, las agencias de publicidad sabrían a quién dirigirse para ofrecerles productos para dormir. O sabiendo la asiduidad de utilización de la aplicación y el número de personas con las que te comunicas otras empresas podrían sacar beneficio de ello.
Lo más importante de todo esto es que como usuarios de WhatsApp no podemos hacer nada. Esta función inofensiva que nos permite conocer si nuestro contacto está disponible parece que puede llegar a ser más perjudicial de lo que pensábamos. Estamos sometidos a control constante por parte de infinidad de agencias y empresas. Pero ¿dónde está el límite de nuestra privacidad? ¿Cuál es el precio? ¿A caso todo vale? Veremos si WhatsApp toma riendas en el asunto y pone algún tipo de solución.
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Fuente | The Next Web