He estado probando el Samsung Galaxy S20 durante más de un mes para contarte todas las ventajas y desventajas de este móvil en la actualidad. Fue lanzado a mediados de febrero, por lo que su precio ha estado bajando considerablemente desde entonces y ahora puede ser una opción a considerar. El modelo que he analizado es el Galaxy S20 5G de 128 GB. Lo más probable es que tú optes por la versión con 4G, un móvil prácticamente idéntico, pero que no puede conectarse a redes 5G y cuenta con un poco menos de RAM. El resto es igual.
El mejor y el peor diseño de la gama alta, a la vez
Si hay algo que destaco por encima de todo en este dispositivo es el diseño. El Galaxy S20 es fino, pesa muy poco y cuenta con un tamaño y formato casi perfecto para mi gusto. Su anchura lo hace perfecto para utilizarlo con una sola mano y el motivo por el cual no es el diseño perfecto para mi es la altura. Es solo un poco más alto de lo que me gustaría para poder utilizarlo a la perfección. Aún así, puedo confirmar que es el diseño con el que más a gusto me he sentido en la gama alta.
Después de utilizar el Galaxy S20 cualquier otro móvil te parece pesado, grueso y robusto. Mucha de esta culpa la tiene su ligero peso, lo estilizado de sus marcos y la anchura del terminal. El iPhone 11 Pro tiene una pantalla 0,4 pulgadas más pequeña y es 2,3 milímetros más ancho. ¿Suena a poco? ¡Te parecerá un mundo!
La parte delantera es una auténtica belleza gracias al aprovechamiento de los biseles: son muy finos y hacen que todo el frontal parezca pantalla. No soy muy fan de las pantallas curvas, pero el ángulo de esta es comedido y finalmente ha hecho que me dé un poco igual tenerla. Aún así, este tipo de pantallas siguen teniendo defectos que comentaré en el apartado de pantalla.
El resumen es que es un móvil de gama alta con un formato casi perfecto, muy bien rematado y con unos materiales de mucha calidad. ¿Entonces por qué es el peor diseño de la gama alta? La realidad es que este Galaxy S20 me parece perfecto en tamaño, peso y formato, pero estéticamente dice muy poco.
La unidad en color gris que he analizado pasa completamente desapercibida allá por donde vas. Tu móvil no debería ser algo que llame la atención, pero Samsung ha hecho un diseño, a mi parecer, bastante soso. Incluso puede parecer un terminal «poco premium» si lo ves en fotografías, una idea que desaparece cuando lo coges.
La parte trasera del terminal es una de las menos trabajadas de toda la gama alta y no cuenta con esa potencia que sí vemos en otros dispositivos. ¿Qué ocurre con esto? Que el resto de los detalles del diseño me han gustado tanto que puedo pasar el tener un móvil «feo y soso» en la mano. Ahora bien, es solo mi opinión, puede que la tuya sea completamente diferente y te parezca un móvil muy bonito.
¿Puntos malos sobre el diseño? La parte trasera de cristal brillante es bastante sucia y se llena de huellas en pocos minutos. También he notado que no es increíblemente resistente y es propensa a recibir micro arañazos en las esquinas. La pantalla curva no me enamora, pero preferiría tener este dispositivo con el mismo panel plano. Pero ya está, después de un mes utilizando el dispositivo no soy capaz de sacarle más puntos negativos y es porque Samsung ha creado un terminal muy bien rematado y con el formato perfecto para muchos usuarios.
La buena noticia es que si te convence el formato pero la pantalla se te hace pequeña puedes optar al Galaxy S20+, un terminal casi idéntico en diseño pero con una pantalla mayor.
Una pantalla para disfrutar que no es perfecta por poco
El apartado de la pantalla en este dispositivo está bastante ligado al diseño, pues el formato de este dispositivo es muy bueno gracias a la pantalla. Cuenta con un panel AMOLED de 6,2 pulgadas en formato 20:9. El 89,5% del frontal es pantalla y es algo bastante notable nada más coger el dispositivo. Esto hace que siempre estés inmerso en un móvil todo pantalla que se ve genial y que dan ganas de seguir utilizando.
El resumen del panel es bastante sencillo: la mejor calidad posible, colores AMOLED, tactilidad perfecta, tamaño muy bien aprovechado, laterales ligeramente curvados y 120 Hz. Todos los puntos anteriores son positivos excepto uno: la pantalla curva. Con este detalle ocurre lo mismo que con el resto de pantallas curvas de todos los fabricantes, la curva oscurece ligeramente la visualización del panel y crea reflejos cuando el ángulo de visión no es frontal y directo.
¿Es algo malo? A título personal prefiero un panel plano sin estos dos inconvenientes, pues a día de hoy, tener un panel curvo no me aporta nada y entorpece la experiencia con este par de detalles que he comentado. Eso sí, en este caso no sería un motivo para no comprar el terminal. En el mes de uso me he acostumbrado y no representa un problema.
El resto de la pantalla está en la línea de Samsung para la gama alta de los últimos años: ofrecer uno de los mejores paneles del mercado en color, resolución y experiencia. Además, esta gama de terminales incorpora una tasa de refresco de 120 Hz, algo que acaba de rematar la experiencia de este panel.
Es una pantalla que no dejará a nadie indiferente. Compras un dispositivo muy caro y obtienes una de las mejores pantallas del mercado en casi todos los apartados. Cada acción que realices con el dispositivo pasará por este panel y contarás con una experiencia muy buena. Personalmente creo que habrá muy pocos usuarios que tras utilizar este móvil durante un tiempo estén descontentos con la calidad del panel.
Samsung ha dado en el clavo con el sensor de huellas de este móvil
Desde hace unos años los usuarios hemos notado una bajada de calidad en los sensores de huellas. El motivo es su inclusión bajo la pantalla, algo que ha hecho dar un paso atrás en rapidez y tasa de error. Sí, es más sofisticado, pero también tiene una peor experiencia.
Yo pensaba esto hasta que probé el sensor de huellas en pantalla de este móvil. No tengo ninguna mala palabra para él: es inmediato, no tiene apenas tasa de error y no utiliza el clásico fogonazo de luz cuando pones el dedo.
Samsung ha dado en el clavo con este sensor de huellas y solo espero que lo incorpore en todos los móviles de la compañía que tienen sensor bajo la pantalla. Bueno, espero que todos los fabricantes que no son Samsung también utilicen este sensor.
No es el móvil más potente, ¿pero importa?
Este Galaxy S20 cuenta en su interior con 12 GB de RAM y un procesador Exynos 990. No es el procesador más potente del mercado y siempre que se enfrenta al Qualcomm Snapdragon 865 pierde, pero, ¿es esto un problema en el día a día? Yo digo no.
El dispositivo se comporta a la perfección en cualquier acción que realices abriendo aplicaciones, navegando por la interfaz o utilizando aplicaciones de edición de fotografía. ¿Qué tal los juegos? Bien, perfectos. Puedes correr cualquier juego de Google Play sin problema alguno y no notarás la diferencia frente a un dispositivo con un procesador ligeramente superior.
Es un móvil caro, de gama alta y con un procesador potente, va a funcionar a la perfección en rendimiento y así me lo ha demostrado. ¿Abre los juegos más potentes medio segundo más lento que un móvil con un Snapdragon 865? No lo he comprobado, pero puede ser que sí. ¿Es un problema y un motivo para descartarlo? Yo pienso que no.
Este móvil te ofrecerá lo que buscas en un gama alta: mucha potencia y cero preocupaciones con el rendimiento de las aplicaciones o los juegos. Puedes navegar por la interfaz todo lo rápido que quieras que el dispositivo cumplirá, algo que también ocurre en los juegos.
En el mes de uso no he tenido ningún problema de rendimiento y dudo que lo tenga en un futuro cercano. Samsung se ha encargado de incluir componentes como una memoria UFS 3.0 que junto con el procesador hace que las preocupaciones por su rendimiento sean historia.
Una cámara con polémica que ofrece unos resultados de escándalo
Pese a no ser muy fan de la fotografía móvil debo decir que con este móvil he hecho muchas fotos. Es un dispositivo con una cámara principal triple de 12+64+12 megapíxeles que no es la mejor del mercado. Si bien no es la mejor, es muy buena, realmente buena. Del trío de Galaxy S20 disponibles en el mercado este es el que cuenta con la cámara más modesta, algo positivo para el resto de terminales, pues esta ya ofrece una calidad muy buena.
La industria móvil lleva un par de años luchando por tener la cámara con el mayor zoom, algo que desde mi punto de vista es absurdo. Este Galaxy S20 cuenta con un sensor teletofo de 64 MP que no cuenta con zoom óptico x2 o x3. El zoom que realiza el dispositivo siempre es digital, algo que ha tenido muchas quejas por parte de los usuarios. La realidad es que si con su zoom x3 digital no hay pérdida de calidad aparente, el resto importa más bien poco.
Por supuesto, el dispositivo también ofrece zoom x10, incluso zoom x30. Más allá del zoom x3 la pérdida de calidad es evidente, pero esto también ocurre en el resto de móviles del mercado con zoom híbrido. Más allá de las características técnicas avanzadas puedo decir que es una cámara de gama alta con la que te puedes divertir mucho.
Uno de los modos más interesantes es el disparo en 64 MP, lo que hace que la información que capta el sensor sea mucho mayor y que la imagen pese varios MB. Realizar fotografías con este modo y hacer zoom después es algo increíble, pues el nivel de detalle que consigue el dispositivo es abismal. Puedes pasarte toda la tarde haciendo fotos a flores o animales para después hacer zoom y descubrir un detalle increíble.
Las fotografías que conseguirás hacer con este móvil tendrán una calidad increíble, unos colores bastante realistas y podrás realizarlas con diferentes modos muy interesantes. Si te vas a comprar un gama alta por su cámara puede que haya mejores opciones en el mercado, pero si quieres un gama alta equilibrado en todos los aspectos y que tenga una cámara a la altura del precio, este Galaxy S20 a mi me ha convencido.
Puedes echar un vistazo a las fotografías que he realizado con este dispositivo en la siguiente galería de Google Fotos.
One UI es una capa muy interesante lejos del antiguo software de Samsung
La época de Touchwiz hizo mucho daño al departamento de software de Samsung, pues dicha capa de personalización era pesada, contaba con un diseño algo anticuado y la experiencia no era la mejor en los terminales de gama alta. El software de Samsung ha cambiado mucho desde entonces y ahora el punto más negativo puede ser su diseño en el caso de que no te guste.
La capa funciona bien, es completa y ofrece todo lo que puedes esperar de un smartphone en la actualidad. El rendimiento no es un problema, sus ajustes están bien organizados y las posibilidades en la barra de notificaciones son muchas. One UI 2.1 junto con Android hacen que el dispositivo cuente con las últimas novedades disponibles.
Antes de pasarme al Galaxy S20 estaba utilizando un iPhone 11 Pro, por lo que el cambio fue bastante radical. Aún así, hay pocos puntos que realmente sean malos de One UI. Puedo destacar uno por encima del resto y es la gestión del espacio de las carpetas. Estas siempre tienen el mismo tamaño, independientemente de tener 1 o 10 aplicaciones dentro. Esto hace que si solo quieres una carpeta con dos aplicaciones el espacio no se aproveche de la mejor forma.
El resto de detalles de la capa son muy a gusto personal y es cuestión de cada usuario decantarse por una u otra. Eso sí, no debes olvidar que estás en Android y que casi todo es personalizable. En el mes de uso pocas quejas puedo tener de One UI como capa de personalización, pues es bastante completa y ofrece el rendimiento que puedes esperar en un móvil de gama alta.
Al Galaxy S20 le encanta beber batería con la pantalla al máximo
Brillo medio, interfaz en 1080p y 120 Hz = no vas a aguantar todo el día con el dispositivo encendido. Los 4.000 mAh de este dispositivo lo hacen compacto y liviano, pero también tiene un problema si siempre quieres tener la mejor experiencia de pantalla. Lo mejor es optar por los 120 Hz, pero estos consumen mucho, pero mucho.
He realizado varias pruebas de batería con diferentes resultados dependiendo de la tasa de refresco que elegía. El resumen es que si eres un usuario que estará fuera de casa con redes 4G o 5G todo el día, vas mal si quieres disfrutar de los 120 Hz. Con esta tasa de refresco puedes optar a un máximo de 4 horas de pantalla, repito, como máximo. Es una cifra bastante justa y que es muy probable que te obligue a pasar por el cargador acabada la tarde.
Si el uso del dispositivo es completamente por WiFi durante todo el día, con esta misma configuración de 120 Hz puedes aspirar a las 4,5 horas de pantalla. Eso sí, olvídate de ellas si vas a estar jugando y haciendo fotografías un buen rato. Ciertos juegos y aplicaciones como la de cámara hacen que el porcentaje de la batería baje por minutos.
¡Necesito más batería sí o sí! Tienes una solución relativamente sencilla, pero también bastante sacrificada: baja la tasa de refresco a los 60 Hz. Si llevas un tiempo con los 120 Hz notarás mucho el cambio a esta tasa más baja, pero la buena noticia es que conseguirás una autonomía mayor. Eso sí, seguirá sin ser increíble. Con esta configuración y un brillo al 50% puedes sobrepasar con cierta facilidad las 5 horas de pantalla diarias.
Si solo utilizas la red WiFi conseguirás algo más, pero es casi impensable, al menos con el uso que yo hago del dispositivo, llegar a las 6 horas de pantalla con este móvil. Cada usuario utiliza el smartphone de una manera diferente, pero tras utilizar el terminal durante varias semanas te das cuenta de que pocos días vas a conseguir una autonomía brillante.
Si te compras este móvil casi seguro que quieres aprovechar los 120 Hz, por lo que es muy probable que a media tarde tengas que enchufarlo unos minutos para acabar el día. Esto no es un problema para mi y con la carga rápida de 25W puedes conseguir una buena recarga en 10 o 15 minutos. El terminal carga completamente su batería en 1 hora y 45 minutos, más o menos.
Como te puedes estar imaginando, la autonomía y batería del Galaxy S20 es uno de los puntos que menos me han gustado de este móvil. Eso sí, ser uno de los móviles más compactos y ligeros del mercado tiene sus consecuencias. Si exprimes los móviles diariamente y pasar por el enchufe no es una opción, puede que este móvil te deje con una sensación agridulce. Eso sí, el resto de modelos de la serie S20 mejora considerablemente este aspecto.
Después de un mes puedo decir que es un móvil casi redondo
Si has llegado hasta aquí sabrás que Samsung ha fabricado un gran dispositivo de gama alta con aspectos muy buenos en casi todos los apartados. Me parece el mejor terminal en formato y tamaño, me parece uno de los mejores paneles del mercado, su hardware es más que suficiente para hacer lo que quieras, su cámara es sobresaliente y tiene como peor punto una bastaría algo precaria.
Tras un mes de uso, el único punto por el que dejar este dispositivo por otro gama alta puede ser la batería. Bueno, si eres una persona amante de la fotografía (y experta) puede que la cámara puede que encuentres mejores opciones en otros fabricantes. El resto de apartados son muy complicados de encontrar en otros móviles de gama alta, sobre todo el del diseño.
Ya te he dicho que no es un móvil excesivamente bonito, pero su diseño es casi imposible de encontrar, algo que también ocurre con su pantalla. Ahora que el móvil lleva unos meses en el mercado y se encuentran ofertas interesantes sí puedo recomendar su compra. Eso sí, siempre que te plantees la compra de un gama alta. Si tu presupuesto son 300 o 400 euros, debes buscar otro tipo de móvil.
Pero si estás dispuesto a desembolsar 700 u 800 euros por un móvil Android te recomiendo mucho probar este Samsung Galaxy S20, pues lo más probable es que quedes encantado con muchos de sus apartados.