Hace unas semanas os trajimos el análisis a fondo del Samsung Galaxy A51 y casi desde que acabamos esa review, hemos estado probando otro de los nuevos terminales de gama media del fabricante coreano, el Samsung Galaxy A71, que llega con cambios muy importantes respecto a su modelo inferior, pero que también tiene un precio superior. ¿Qué nos ha parecido este teléfono? Puedes seguir leyendo nuestro análisis completo a continuación.
El Samsung Galaxy A71 se presentó a finales de 2019, pero es la apuesta por la gama media de Samsung para este 2020. Su precio era lo que más nos hacía dudar respecto a lo que tenía que ofrecernos, pues supera los 400 euros y las características internas son similares a las de otros teléfonos más económicos. De todos modos, tras casi dos semanas de prueba, podemos contar todo lo que nos ha transmitido este teléfono, que nos ha dejado muy satisfechos en todos los sentidos.
Como solemos hacer siempre, antes de entrar en las valoraciones y la experiencia de uso de este terminal, os dejamos con la lista al completo de sus características, que os servirá para haceros una idea del público al que aspira este Galaxy A71 y lo que podemos exigirle a un terminal con estos compontentes:
A diferencia de las características del Galaxy A51, sí que notamos una evolución positiva en aspectos clave de este Samsung Galaxy A71, sobre todo en su procesador, que pasa de ser un Snapdragon 675 a un 730.
La verdad es que ahora mismo, el diseño del Samsung Galaxy A71 no sorprenderá a nadie. Al menos no a aquellos familiarizados con los últimos lanzamientos de Samsung, pues sigue la misma línea de diseño que todos ellos. Por ejemplo, estéticamente es idéntico al Samsung Galaxy A51 pero con un tamaño ligeramente mayor. De todos modos, hacemos un repaso a fondo de todo lo referente al diseño del Galaxy A71, que es un teléfono que gustará a cualquiera.
De primeras, llama la atención que pese a ser un teléfono de 6,7 pulgadas de diagonal de pantalla, es sorprendentemente manejable. Esto es debido al formato 20:9 de su pantalla, que lo hace más estrecho que otros teléfonos con esta diagonal, manteniendo un ancho similar al de teléfonos con menores pantallas. Eso sí, en cuanto a altura, este teléfono es más largo de lo normal, por lo que en algunos bolsillos podría no caber en su totalidad. Este formato de pantalla tiene sus pros y sus contras, como veremos más adelante.
La pantalla cuenta con un muy buen aprovechamiento de marcos y nos gusta que la curvatura de sus esquinas no es tan pronunciada como llevamos viendo unos cuantos años, dando la sensación de ser un teléfono «cuadrado», pero sin llegar a lo que nos encontramos en los Samsung Galaxy Note 10, por ejemplo. En la parte superior de la pantalla y centrado, tenemos un agujero para la cámara frontal. Nos ha llamado la atención su tamaño, pues es mayor al que encontrábamos en el Galaxy A51 pese a ser la misma cámara, pues queda rodeado por un pequeño círculo negro. Si llegan a implementar el mismo agujero que en la versión inferior, sería casi inapreciable.
La parte trasera de este teléfono, aunque de primeras no lo parezca, está construida en plástico, pero trata de imitar el cristal en apariencia y tacto. Se siente muy bien a la mano y no todo el mundo llegaría a diferenciarlo, pero es cierto que por su precio, nos gustaría ver materiales un poco más premium. Cuenta con un acabado poligonal que se ve en ciertas condiciones de luz y un patrón de rayas verticales que sí es visible y le da un toque distintivo.
En la esquina superior izquierda de la trasera, tenemos un módulo de cámara rectangular con cuatro sensores en su interior en forma de «L». También tenemos un flash LED. Este es el diseño que estamos viendo en todos los últimos lanzamientos de Samsung y de muchas otras marcas, pues parece haberse hecho tendencia. En algunos casos queda justificado por la distribución de sensores y en casos como este, es para asemejarse a teléfonos de gama superior. Dicho módulo sobresale cerca de 1 milímetro del chasis del teléfono, pero no hace bailar al teléfono cuando lo dejamos boca arriba.
Los marcos del teléfono también están construidos en plástico y nos muestran una buena distribución de botones y puertos: en el derecho, teclas de volumen y encendido/Bixby; en la parte inferior, USB tipo C, jack de 3.5 milímetros, micrófono de llamadas y altavoz multimedia; lateral izquierdo, bandeja para las nano SIM y la microSD; y en la parte superior, un micrófono de cancelación de ruido.
Con sus 6,7 pulgadas de diagonal, es normal que la pantalla de este Samsung Galaxy A71 sea uno de los puntos que más interesen a los consumidores. De tecnología superAMOLED y resolución FullHD+, cuenta con un formato más panorámico de lo habitual, alcanzando los 20:9. Esto hace que sea más estrecha, pero también más larga, por lo que con el dedo pulgar podremos tocar sin problema elementos del otro lado de la pantalla, pero nos resultará imposible interactuar con las partes altas de la pantalla sin utilizar las dos manos.
Respecto a la calidad de la misma, es una de las cosas que más nos han gustado de este teléfono. Ya ocurrió lo mismo con su modelo inferior, pero es que en este caso nos reiteramos. Las pantallas OLED nos encantan y en este caso, Samsung ha conseguido montar un panel de buena calidad en su mejor gama media hasta el momento. Cuenta con un contraste realmente bueno y los colores, son realmente vivos, pero sin pasar al lado irreal. Nosotros hemos utilizado el perfil de colores intenso que aumenta un poco la saturación y hace que sea más atractiva, pero también podemos usar un perfil de colores natural.
Los ángulos de visión son excelentes y no notamos variación cromática ni efecto arcoíris como hemos visto en anteriores casos de pantallas OLED. La resolución es más que suficiente para un terminal de este tamaño, alcanzando casi los 400 píxeles por pulgada, que hacen que sea imposible diferenciar los píxeles de los diferentes elementos.
El nivel de brillo también nos ha gustado mucho, pues podemos disfrutar de la pantalla del Samsung Galaxy A71 incluso a plena luz del sol y no tendremos problema para ver nuestras redes sociales o responder mensajes en WhatsApp. Si tenemos que buscarle un defecto, es el brillo mínimo, que no es tan bajo como nos gustaría y si estamos usando el teléfono en ambientes oscuros, nos cegará con los colores más claros. La ventaja es que al ser una pantalla OLED, si usamos aplicaciones con fondos negros, esto no ocurrirá, pues esas zonas no emiten brillo alguno.
Sobre el formato de pantalla, para el uso de aplicaciones del uso diario como apps de mensajería o redes sociales, se hace muy cómodo, pues nos permite ver más contenido sin tener que hacer scroll. Incluso podemos usar la multiventana para dejar un vídeo de YouTube en la parte superior y seguir usando otras apps con un tamaño más que suficiente en la parte inferior. Eso sí, a la hora de ver vídeos en pantalla completa, si están grabados en 16:9 o bien queda un tamaño reducido de vídeo o perderemos mucha información al ampliarlo. Eso sí, para películas o vídeos en formato panorámico, es una gozada.
Con el Samsung Galaxy A51 notamos que el audio no estaba a la altura de lo que esperábamos en un teléfono de su precio, pero en el caso del Samsung Galaxy A71, este aspecto sí se nota mejorado. Contamos con un único altavoz en la parte inferior del terminal, que cuenta con un volumen máximo realmente alto, pero que en los niveles máximos comienza a distorsionar y a perder calidad.
Con volúmenes más normales, notamos un audio bastante balanceado, optimizado para mejorar los graves y que no suena enlatado. Eso sí, debido a la posición del altavoz, es fácil obturarlo cuando ponemos el móvil en horizontal para jugar o ver un vídeo y tapar prácticamente toda la salida del audio.
En las características de este terminal, hemos mencionado que el procesador ha tenido una buena evolución respecto a su antecesor, pasando a utilizar un Qualcomm Snapdragon 730. Este mismo procesador lo hemos podido probar en diferentes terminales y fue el componente estrella en la gama media de 2019. En estos momentos, encontramos versiones superiores a este procesador, como el Snapdragon 730G (que tiene frecuencias un poco superiores) o el Snapdragon 765, un procesador con 5G incorporado. Teniendo en cuenta que dentro de poco veremos un Galaxy A71 5G, tiene sentido que el procesador escogido finalmente sea el Snapdragon 730.
Quizás por el precio a pagar, hay alternativas con mejor procesador en el mercado, pero los de alta gama quedan reservados para teléfonos de unos 700 euros hacia arriba en el catálogo de Samsung. De todos modos, estamos muy satisfechos con el rendimiento que nos ha ofrecido este Snapdragon 730 en todos los casos. Sobre la potencia, tiene más que suficiente para casi cualquier tarea, eso es bastante obvio y podremos jugar a múltiples título sin sufrir de ralentizaciones, eso sí, en algunos casos, con los gráficos en niveles medios.
El único juego en el que hemos notado algunos tirones ha sido en Shadowgun War Games, pero no es algo que nos haya pasado exclusivamente en este teléfono, pues el juego en cuestión parece no estar optimizado del todo para correr en móviles que no sean de alta gama.
En la experiencia del día a día, este Samsung Galaxy A71 se merece un aplauso por el buen rendimiento y experiencia que ha ofrecido. Sin exagerar, está a la altura de teléfonos más caros de Samsung, pues todo se mueve con total fluidez, desde el launcher en sí mismo hasta las aplicaciones, apertura de las mismas, etc. El salto que notamos en la experiencia de usuario frente a su hermano menor es significativa y nos alegra la implementación de un procesador de Qualcomm, que también permitirá usar la GCam a quien quiera.
El comportamiento de la multitarea también ha sido ideal y no hemos notado cierres innecesarios de aplicaciones en segundo plano, todo estaba tal y como lo habíamos dejado. Eso sí, los juegos pesados pasados un tiempo sí que acababan cerrados, pero es algo normal y que no lo vemos como un aspecto negativo en un terminal de este estilo.
Hemos querido pasar unos cuantos benckmarks con este Samsung Galaxy A71, en concreto el más popular de todos, AnTuTu y Androbench, que nos permite conocer las velocidades de la memoria del teléfono. En el primero, ha obtenido una puntuación de 261.806 puntos, lo esperado para este procesador y a la par en potencia con otros teléfonos como el Xiaomi Mi 9T con el que comparte características. En cuanto a la velocidad de sus memorias, alcanzan un máximo de 500 MB/s en lectura, por lo que es probable que estemos hablando de memoria UFS 2.0.
De primeras, la configuración de cámaras del Samsung Galaxy A71 pinta cuanto menos interesante:
Eso sí, en el uso real, podemos deciros que las únicas dos cámaras que notaremos y aprovecharemos, son las dos primeras, pues la cámara macro queda reservada para alguna ocasión muy concreta, ofreciendo un punto de vista muy cercano al objetivo de la foto y la cámara de profundidad, a estas alturas sabemos que no es nada diferenciador respecto a lo que se puede conseguir por software.
Ejemplos cámara macro
Fotos de día cámara principal
Primero hablemos sobre la cámara principal. Esos 64 megapíxeles impresionan a muchos, pero la realidad es que el 99% de fotografías que saquemos con este terminal, serán a 16 megapíxeles. Incluso es la resolución que viene por defecto. Esto se debe a la fusión de 4 píxeles en 1 que se realiza para simular píxeles más grandes y mejorar la calidad de las fotografías respecto a lo que tendríamos con la resolución al completo. También decir que en condiciones de buena luz, no notaremos grandes diferencias al tomar una foto a 64 megapíxeles o a 16 en cuanto a calidad de la imagen, pero sí que tendremos mucho más detalle en la toma de mayor resolución (el peso es de casi 20 MB por cada toma).
Fotos de día cámara gran angular
De día o con buena luz, los resultados son fantásticos, es algo que no se puede negar. Los colores son vivos, algo saturados respecto a la realidad, pero hace que la fotografía no resulte aburrida en su resultado final. Hemos notado una tendencia a saturar el cielo de las fotografías en exceso, pues como podéis ver, en algunas de ellas tenemos un color azul intenso, a diferencia del color real, que tenía un tono más claro. Eso sí, el resultado es muy atractivo.
Cuando baja la luz, con el optimizador de escenas activado veremos como las fotografías en muchas ocasiones se realizan con el modo noche automáticamente. Esto hace que se vean muy bien, mejor de lo esperado, al menos en la pantalla de un móvil. Decimos esto porque cuando vemos estas imágenes en una pantalla mayor, como un ordenador, notamos fallos de enfoque, falta de detalle y mucho ruido, pero teniendo en cuenta que la mayoría de fotos que hacemos con el móvil no salen de él, el comportamiento es bueno.
Fotos de noche cámara principal
Sobre la cámara gran angular, de nuevo, con buena luz, los resultados son llamativos y nos han gustado mucho. Cuenta con un mejor rango dinámico que otras cámaras de este estilo y aunque se note la distorsión de las imágenes, no es algo que estropee su calidad. Eso sí, de noche no vale la pena usarla salvo que sea necesario, pues además de la falta de nitidez y el ruido, notamos como cambia radicalmente el color de algunas luces, haciendo que todo se vea mucho más amarillo y saturado de lo que es en realidad.
Fotos de noche cámara gran angular
La capacidad de la batería de este Samsung Galaxy A71 no ha crecido respecto a su antecesor y se mantiene en los 4.500 mAh. Como novedad, en la caja nos encontramos con un cargador de 25 W de potencia, que se agradece para que la carga no se alargue en exceso. Con este Galaxy A71, Samsung ha conseguido ofrecer una autonomía que podemos tildar de casi excelente, pudiendo alcanzar las 7 horas y media de pantalla activa en dos días de uso.
Algunos días hemos visto como tras 5 horas de pantalla activa todavía nos restaba un 50%, por lo que técnicamente podríamos incluso llegar a las 10 horas de uso del teléfono. En nuestras pruebas, lo hemos usado de forma intensiva y también leve, según el uso que le quisiéramos dar en todo momento y nunca nos ha dejado colgados, llegando a final del día de forma sobrada, sin tener que pasar por el cargador.
En caso de tener que cargarlo, para alcanzar el 100% necesitaremos de 1 hora y 20 minutos aproximadamente, pero en tan 30 minutos de carga podemos acercarnos al 50%, que ya es más que suficiente para llegar a final del día, incluso con uso más intenso. En este sentido, estamos muy satisfechos con el Samsung Galaxy A71.
Tras estos días de uso del Samsung Galaxy A71 como nuestro teléfono personal, solo podemos decir que estamos muy satisfechos con el móvil en todos los sentidos. Su pantalla es de muy buena calidad y tenemos una experiencia de uso fluida, además de potencia suficiente para mover con soltura casi cualquier aplicación. Las cámaras tienen un buen nivel (en la media) y la batería es una de las mejores que podemos encontrar hoy en día en la gama media.
Por supuesto, no es un teléfono perfecto y tiene dos fallos importantes. El primero es su precio. Actualmente lo encontramos en Amazon por 430 euros y en ese precio, hay excelentes alternativas que lo superan con creces en potencia y calidad en otros aspectos, como carga rápida o la fluidez de su pantalla, viendo incluso terminales con paneles de 90 Hz. A raíz de este precio, el plástico como material de construcción no puede justificarse de ningún modo.