A finales del año pasado, Samsung presentó su nuevo gama media para la primera mitad de 2020, la renovación del teléfono más vendido en España durante el pasado año, el Samsung Galaxy A51. En Pro Android llevamos probándolo a fondo durante casi dos semanas para poder traeros el análisis completo de este teléfono que pretende volver a conquistar la gama media. Tras estos días de pruebas, ya podemos dar una valoración de lo que nos parece este teléfono y de la experiencia de usuario que ofrecerá a sus compradores.
Como siempre solemos hacer con nuestros análisis, estará dividido en diferentes apartados para tratar de ofrecer el contenido más completo en cada uno de ellos, sin perder detalle de todo lo que nos ha parecido este Samsung Galaxy A51. De primeras podemos decir que ha sido una experiencia equilibrada, muy satisfactoria en algunos apartados y menos en otros, pero en general, el balance es positivo.
Antes de comenzar a hablar sobre la experiencia que nos ofrece este Samsung Galaxy A51, os dejamos con su lista completa de características, para que no andéis perdidos si en algún momento comentamos uno de sus componentes:
Se trata de una hoja de características similar a la de su antecesor, pero eso al final no dictamina la experiencia de uso. A partir de ahora, damos comienzo con el análisis a fondo del Samsung Galaxy A51.
Con las primeras filtraciones de este terminal y del resto de teléfonos de Samsung para comienzos de 2020, vimos que el diseño era muy similar en todos ellos, al menos en esencia. Este Samsung Galaxy A51 podríamos decir que es el que marcará el diseño de todos los futuros Galaxy de 2020. Esto lo decimos sobre todo por el diseño frontal, heredado del Samsung Galaxy Note 10 con el agujero en pantalla centrado y por la parte trasera, que ahora cuenta con un módulo de cámara de mayor tamaño, algo que también veremos en los Samsung Galaxy S20, por ejemplo.
Pero bueno, vamos a lo que vamos. Lo primero que llama la atención de este Samsung Galaxy A51 cuando lo sacamos de la caja, es su reducido peso, para estar frente a un teléfono que alcanza las 6,5 pulgadas de diagonal. También nos llamó la atención lo estrecho que es, algo que se debe al formato panorámico escogido para su pantalla que es casi de 21:9. Respecto al peso, probablemente todo vaya relacionado con sus materiales de construcción, pues es plástico, tanto en la parte trasera como en los marcos.
Los marcos parecen metálicos, pero el plástico trasero no llega a sentirse como el cristal (pero sí que es mucho mejor que el plástico de los viejos Galaxy o del Poco F1, por ejemplo). Esta parte trasera atrapa bastante las huellas, como era de esperar, pero en nuestra unidad de color azul, se disimulan a la perfección. Además, cuenta con una serie de formas geométricas que le dan un toque distintivo, sobre todo cuando refleja la luz en la parte trasera. Más allá de la serigrafía de la marca y de las certificaciones, lo único que perturba la parte trasera, es el módulo de cámaras.
Este módulo es más grande de lo habitual y en su interior nos encontramos con cuatro cámaras en forma de «L», junto con un flash LED. Lo que nos ha gustado de este módulo, es que no sobresale en exceso de la parte trasera, por lo que el teléfono casi no baila cuando lo colocamos en una mesa sin funda.
En los marcos laterales nos encontramos los botones de volumen y el de bloqueo/Bixby en el derecho, mientras que en el izquierdo tenemos la bandeja para las dos tarjetas nanoSIM y una tarjeta microSD (pueden usarse todas de forma simultánea). En el marco superior solo tenemos un micrófono, mientras que en el inferior contamos con el jack de 3.5 milímetros, el USB tipo C, el micrófono principal y el altavoz multimedia.
Sobre el frontal del teléfono, probablemente es lo que más nos gusta del teléfono. La pantalla es muy panorámica y cuenta con muy pocos marcos, pero sin duda, el hecho de que no tenga unas esquinas tan redondeadas nos encanta, pues al final nos ofrece mayor espacio útil a los usuarios. El agujero en pantalla es diminuto, rodeado de un finísimo aro reflectante. Como detalle, si hubiese estado 1 milímetro más arriba, hubieran clavado la colocación del agujero en pantalla, pues la barra de notificaciones no se vería sobre-dimensionada.
Pasamos a lo que nos ha parecido el mejor punto de este Samsung Galaxy A51 y es su pantalla. En las características ya os hemos comentado que se trata de un panel superAMOLED de 6,5 pulgadas en formato 20:9. De primeras, esto ya promete, pues hoy en día, pocas pantallas con esta tecnología decepcionan. En este Samsung Galaxy A51, la pantalla es una herramienta de disfrute, en todos los sentidos.
Cuenta con una resolución más que suficiente para este tamaño de pantalla, no notaremos píxeles ni echaremos en falta más detalle en ninguna situación. Hasta aquí es lo esperado de una pantalla en resolución FullHD+, pero sin duda lo que más nos ha gustado, es la calidad del panel. Ofrece unos colores vivos (además configurables), pero sin pasar a ser demasiado exagerados o irreales, con unos ángulos de visión perfectos, en los que no aparece el efecto arcoíris que vemos en algunos teléfonos con estas pantallas ni nada por el estilo.
Sin duda, la ventaja de un panel AMOLED es el contraste que nos ofrece y en este terminal no iba a ser menos. Los negros son puros del todo, pues el píxel queda completamente apagado, por la que la experiencia a la hora de ver un vídeo, una película o simplemente utilizar el modo oscuro en una red social, es una gozada, sobre todo por la noche, pues no notaremos que sale brillo de las zonas oscuras.
Sobre los niveles de brillo, son más que correctos y no tenemos ningún problema ni con el brillo mínimo ni con el máximo. El primero de ellos nos permite ver el contenido en entornos muy oscuros sin ser molesto y el máximo, al contrario, en entornos muy iluminados sin tener que hacernos sombra con la mano. Lo único, decir que el brillo mínimo solo se consigue de forma manual, en modo automático nunca baja hasta el más bajo posible.
Sobre el formato de pantalla, al principio pensamos que sería demasiado panorámico, pero en el día a día se hace muy cómodo. No solo porque permite que el teléfono sea más estrecho, sino porque podemos ver más contenido de nuestras apps preferidas. El único defecto es a la hora de ver vídeos en formato 16:9, pues el contenido queda más pequeño de lo que nos gustaría, aunque siempre podemos hacer zoom para ocupar toda la pantalla (en según qué vídeos perderemos demasiada información haciendo esto).
La verdad es que teniendo en cuenta la buena pantalla que tenemos en el Samsung Galaxy A51, esperábamos que el audio estuviese al nivel, pues otros teléfonos de Samsung ya nos han ofrecido muy buena experiencia en este sentido. La verdad es que en tema de sonido, no estamos precisamente contentos. Contamos con un único altavoz en la parte inferior, muy fácil de tapar con la mano al cogerlo en horizontal, pero esto no es lo que nos ha disgustado, sino su calidad.
Ofrece unos niveles de volumen altos, pero todo suena demasiado enlatado, sobre todo las voces. Samsung ha querido calibrarlo de modo que los bajos suenen mejor, pero en general no es una buena experiencia de audio. Como punto positivo, siempre podremos usar auriculares tradicionales para mejorar la experiencia gracias a su puerto USB tipo C.
El Samsung Galaxy A51 pertenece a la gama media, pero no es precisamente económico. Actualmente nuestro modelo podemos encontrarlo en Amazon a un precio de 339 euros, un coste en el que encontramos alternativas muy interesantes. Para que te hagas una idea, el rendimiento del Exynos 9611 de este Galaxy A51 es muy similar al del Qualcomm Snapdragon 665, un procesador que vemos en teléfonos mucho más baratos. La verdad es que también comparte un rendimiento muy similar con el Exynos 9610 de su antecesor.
En el día a día, ofrece un rendimiento solvente dentro de cualquier aplicación, aunque hemos notado algunos fallos en aplicaciones basadas en un feed, como Twitter o Instagram, en las que al hacer scroll, a veces se queda como «enganchado» durante una décima de segundo, como que le cuesta cargar su contenido, un tirón de toda la vida. Algo similar vemos en el launcher de OneUI 2.0, donde a veces, al tocar un icono de una aplicación, parece no responder y deberemos hacerlo una segunda vez. Hemos probado con Nova Launcher también y eso no ocurre, además de sentirse más rápido.
En juegos, podremos jugar sin problemas a los que están más de moda actualmente, incluso a Call Of Duty Mobile en gráficos altos con una buena tasa de fotogramas, pero este juego está muy bien optimizado. Otros juegos más casuales como Brawl Stars también se han movido de maravilla y es que si no eres un gamer extremo, el Samsung Galaxy A51 será más que suficiente en potencia para ti, pero hay que entender que hay otros procesadores que ofrecen mejor rendimiento en este rango de precio.
Con la memoria RAM no estamos tan satisfechos. Pese a que las aplicaciones carguen rápido y todo suela moverse de forma fluida, hemos notado como algunas aplicaciones se cerraban inmediatamente al salir de ellas. En algunas ocasiones, esto ha ocurrido simplemente por salir de una aplicación al home y volver a entrar, viendo como esta debía de volver a recargarse. En cambio, en otras aplicaciones, las mantiene en multitarea incluso un día más tarde tras el último uso. Quizás haber dado el salto a los 6 GB de memoria RAM con el Samsung Galaxy A51 hubiera sido la clave.
Sobre la experiencia que tenemos en general con el software, es que necesita pulirse con actualizaciones. Durante nuestro periodo de prueba hemos recibido una vía OTA que mejora la estabilización de la cámara, pero en el sistema no hemos notado cambios. Esto lo decimos por detalles como los gestos en pantalla, los nuevos de OneUI 2.0, que no acaban de ir del todo finos, pues en más de una ocasión, en vez de detectar el gesto, vemos como dentro de la app en la que estamos se hace scroll o se abren algunos menús.
Algo que seguro que os daréis cuenta si compráis el teléfono, es que cuando salimos de una aplicación horizontal (juego, YouTube, etc.) el launcher aparece durante medio segundo en interfaz horizontal, algo que deben pulir en próximas actualizaciones.
Respecto al almacenamiento escogido, hemos realizado una prueba con AndroBench y podemos ver que tiene una velocidad de lectura de casi 500 MB/s. Es una mejora significativa respecto a la gama media habitual, pero no alcanza los números de la gama alta, como era de esperar.
La verdad es que en el apartado de las cámaras de la hoja de características del Samsung Galaxy A51, no veíamos nada que nos sorprendiese. Cuatro sensores de cámara, el principal de 48 megapíxeles, con un gran angular, una cámara macro y una de profundidad. Bastante estándar todo. Decir que las fotografías las hemos tomado siempre con la mejora inteligente desactivada, para ver los resultados con el menor retoque posible, pues al final esto acaba saturando en exceso las fotografías, normalmente.
La cuestión es que de día, con el modo HDR en automático, los resultados han sido muy llamativos, con colores vivos, buen rango dinámico y una buena cantidad de detalle. La resolución de forma nativa está a 12 megapíxeles, pero podremos cambiar a los 48 dentro de la aplicación de cámara, como explicaremos más adelante. Es una cámara que nos ofrecerá unos resultados realmente buenos en fotografía, mejores de lo que esperábamos, para qué mentir.
Fotos de día con la cámara principal
Con la cámara gran angular, de día también obtendremos buenas fotografías, con la distorsión normal de este tipo de lentes y que al final es parte de la gracia de usarlas. Con buena iluminación, los 12 megapíxeles ofrecen buen detalle para ser una cámara con «zoom x0,6», también con buen rango dinámico y con unos colores muy similares a los de la cámara principal, algo fundamental para que la experiencia de cambio entre cámaras sea satisfactoria. Eso sí, en zonas con sombra notamos que el ruido aparece enseguida.
Fotos de día con la cámara gran angular
En cuanto baja la iluminación, es donde viene la sorpresa. En el visor de la cámara todo tiene un halo fantasmal que nos augura unos resultados desastrosos, además de una interpretación de colores y luz fatal. Para nuestra sorpresa, cuando realizamos la foto, el resultado es sorprendemente bueno, con buenos colores, poco ruido, buena temperatura y un detalle decente para tomas nocturnas. Incluso sin el modo noche, en escenas muy oscuras el procesado es capaz de sacar buen nivel de detalle.
Fotos nocturnas con la cámara principal
Con la cámara gran angular, como podíamos esperar por sus características, los resultados no son tan buenos de noche. La interpretación de los colores de las farolas cambia en exceso respecto a la cámara principal, siendo demasiado amarilla y hay una gran cantidad de ruido en la toma. Eso sí, también podemos usar el modo noche con esta cámara, que nos permite reducir mucho el ruido de la imagen sacrificando un poco de ángulo de visión (por temas de estabilización de la imagen).
Fotos nocturnas con la cámara gran angular
La cámara macro es curiosa, pero no es algo a lo que vayas a dar mucho uso. Sobre todo mejora los resultados con las flores, pues puedes acercarte más que con la cámara normal, pero se nota que tiene mucho menos detalle y un peor procesado de la imagen.
Ejemplos cámara macro
Respecto al vídeo, también estamos a una calidad de grabación superior a lo normal en la gama media. Podemos grabar también con la cámara gran angular y cuenta con una estabilización correcta. Como truco, te recomendamos que actives el modo de «super-estabilización», pues mejora la estabilidad de la imagen y además granarás ángulo de visión.
La cámara frontal es otro de los aspectos en los que destaca este Samsung Galaxy A51. No tanto ya por ser de 32 megapíxeles, porque de normal las fotos se hacen a 8 megapíxeles por la fusión de píxeles, sino por la buena interpretación que hace de la escena: buenos colores, rango dinámico y gran nivel de detalle. No exageramos si decimos que hemos visto cámaras peores en teléfonos de gama alta, pero es que en este caso, da muy buenos resultados.
Ejemplos cámara selfie
Analizando la aplicación de cámara, no está plagada de características, pero tiene lo justo y necesario para alguien que quiera sacar fotos sin tener que manejar demasiados ajustes. Lo único que queremos explicar es cómo cambiar de resolución para las fotos, pues no es algo obvio. Si quieres utilizar los 48 megapíxeles traseros o los 32 frontales, deberás tocar en el icono que pone 4:3 y escoger la opción 4:3H. También te dejamos un enlace a un pequeño truco para conseguir almacenamiento ilimitado en calidad original con Google Fotos para este teléfono.
Hace unos años, tener un teléfono con 4.000 mAh de batería era una locura, pero hoy en día, podríamos decir que es la capacidad más estandarizada del mercado. Este Samsung Galaxy A51 nos permitirá utilizarla durante todo el día sin muchos problemas para llegar a la noche sin tener que pasar por el cargador. Eso sí, si lo que os interesan son las horas de pantalla, nosotros hemos rondado las 5 horas y 30 minutos, más o menos, tanto en un solo día, como en día y medio desde que desconectamos el teléfono.
Hemos hecho pruebas cambiando entre el modo oscuro y el modo claro y no hay diferencia en los consumos, por lo que pensamos que se debe más al software, que al hardware. Por tanto, esperamos que pueda recibir actualizaciones para mejorar en este sentido, pero en general contentará a una gran mayoría de usuarios, pero no a los más exigentes.
Sobre su tiempo de carga, puesto que el cargador de serie es de 15W y es lo máximo que admite el teléfono, según nuestras pruebas cronometradas, el tiempo hasta alcanzar el 100% es de 1 hora y 45 minutos (en algún caso un poco menos, pero es la media). Hemos visto cargas más rápidas en este rango de precio, sin duda, pero lo cierto es que si cargamos el teléfono por la noche, no nos supondrá un problema.
Como podréis apreciar por lo que os hemos contado, en general el Samsung Galaxy A51 es un teléfono que nos ha gustado. Hay detalles como la calidad de los materiales o el software (por los tirones) que no nos acaban de cuadrar para un teléfono de 350 euros, al igual que por pedir, un mejor procesador nunca está de más. Pero después encontramos otros apartados que sí que nos parecen a la altura, como es la calidad de su pantalla, su diseño, la comodidad en mano que ofrece y la experiencia fotográfica.
Si eres una persona que no busca potencia bruta, pero que se centra en una mejor experiencia multimedia, podría ser una buena recomendación, pero todo depende de las prioridades de cada uno. Si lo vas a usar para jugar o buscas hacer 8 horas de pantalla activa, no es tu terminal ideal, pero sin duda, para un usuario medio, le dejará más que satisfecho.