Desde hace más de dos semanas hemos estado probando el nuevo Samsung Galaxy A6+ como teléfono personal, próbandolo en todas las situaciones del día a día. Tras este periodo de tiempo, os traemos nuestro análisis del Samsung Galaxy A6+ a fondo donde ponemos a prueba todas y cada uno de las características que nos ofrece este terminal, que como ya os comentamos el día de su salida, salía a la venta con un precio más elevado a lo que estamos acostumbrados a ver por un terminal con esta hoja de especificaciones, pero, ¿valdrá la pena?
Antes de nada, tenemos que decir que la experiencia con el terminal ha sido mejor de lo que esperábamos, pero tendréis que leer el interior de este análisis para decidir si vale o no el precio al que podemos conseguirlo a día de hoy. Sea como sea, hemos intentado ser lo más objetivos posible, aunque es imposible no comparar cuando hablamos de un terminal que cuesta casi 400 euros.
Diseño: el metal sigue siendo una buena opción
El Samsung Galaxy A6+ no es un terminal que destaque en especial por su diseño. Sí que es verdad que la parte frontal impresiona, pues ver toda esta parte en color negro y sin nada que lo altere más que la cámara frontal, el flash y el altavoz de llamadas nos gusta mucho. Lo que no nos ha acabado de gustar tanto en términos de diseño es la parte trasera, construida en metal, lo que le da un tacto frío que hace que siente muy bien a la mano, pero que a causa de este mismo material, se necesita abrir ciertas zonas para que las antenas puedan enviar y recibir las señales (el metal actúa como jaula de Faraday).
Precisamente son esas aberturas en la parte trasera, las cuales podemos distinguir claramente por el plástico que las rellena, las que reducen la calidad percibida del diseño de la parte trasera. A estas alturas, hemos visto como multitud de terminales con la parte trasera metálica disimulaban esas franjas de plástico de muchas formas diferentes, siendo nuestra favorita, la de una franja del mismo color del terminal que solo se nota en la parte más alta de la trasera del terminal. Esto no quiere decir que consideremos que el Galaxy A6+ es feo ni muchísimo menos, pero en nuestra opinión, las franjas de plástico se ven demasiado.
Siguiendo el diseño de la parte trasera, otra de las cosas que más nos llaman la atención son las dos cámaras que encontramos en la misma disposición que vemos en el Samsung Galaxy S9+ y de las cuales hablaremos más adelante. Estás cámaras, cuentan con el lector de huellas justo en su parte inferior, y están rodeadas de lo que parece ser un plástico negro que desentona demasiado con la unidad dorada.
Otra de las cosas que no comprendemos sobre el diseño de este terminal, es la necesidad de serigrafiar «DUOS», que indica que el terminal de Samsung cuenta con conectividad dual SIM. Samsung es la única marca que a día de hoy sigue remarcando esta característica (también en la gama alta), de forma bastante innecesaria. Cualquier usuario que lo compre puede distinguir si su terminal es doble SIM o no simplemente abriendo las bandejas del propio teléfono o consultándolo en la caja.
En cuanto al agarre, el teléfono se siente muy sólido gracias al metal y da muy buenas sensaciones en la mano, además de sentirse bastante ligero para ser un terminal de 6 pulgadas. Los botones los encontramos en ambos lados del teléfono, estando el de desbloqueo en el lateral derecho y los de volumen, separados por cierto, en el izquierdo. En el lateral derecho también encontraremos el altavoz, una muy buena ubicación pues no será obturado al usarlo en vertical ni en horizontal. Por último, en la parte inferior encontramos el puerto de carga MicroUSB, que por el precio del terminal y estando ya a mediados de 2018, debería haber sido un puerto USB Tipo C.
Pantalla, probablemente lo mejor del terminal
El Samsung Galaxy A6+ cuenta con una pantalla de 6 pulgadas en resolución FullHD y un ratio de pantalla de 18,5:9 con tecnología SuperAMOLED. ¿En qué se traduce esto? Básicamente en que la pantalla del Samsung Galaxy A6+ es una de las mejores pantallas que podemos encontrar en esta gama de precios, por no decir que es la mejor. Los colores de las pantallas AMOLED, comparadas con los de una IPS tradicional, son más vivos y más saturados, lo que hace que los colores de una imagen o de un vídeo no sean tan reales, pero sinceramente, es un lujo poder disfrutar de una pantalla de estas características.
Una de las cosas que más nos ha gustado de esta pantalla, por no decir que es la que más, es los negros puros que tiene, pues en una pantalla AMOLED, el color negro no es una fusión de todos los colores, sino que el píxel está apagado, por lo que da una sensación de profundidad que nos encanta. Además, el Galaxy A6+ cuenta con la posibilidad de activar un filtro de luz azul de intensidad regulable, lo que siempre viene bien para no cansar la vista en condiciones de poca luz.
Si hablamos de los niveles de brillo, el brillo máximo nos permitirá disfrutar de la pantalla en cualquier condición de luz, incluso con luz solar directa podremos verla sin ningún problema. Como curiosidad, el Galaxy A6+ tiene dos niveles de brillo máximo, y para activar el segundo brillo máximo, tendremos que aceptar una pantalla emergente que aparece en pantalla, algo que no tendremos que hacer si utilizamos el brillo automático, que por cierto, funciona realmente bien. En cuanto al brillo mínimo, es más que suficiente para disfrutar de la pantalla en condiciones de total oscuridad sin que el brillo nos moleste a la vista, aunque a veces el brillo automático no ha bajado este nivel al mínimo.
En cuanto a la calidad del sonido, no es para tirar cohetes, pero no es para nada malo y se sitúa en la media que encontramos hoy en día. Cumple, pero no sorprende. Lo que sí sorprende es su ubicación, pues lo encontramos justo encima del botón de bloqueo, una ubicación que si bien es un tanto peculiar, evitará que lo obturemos incluso si estamos viendo vídeos o jugando en horizontal, así como cuando lo situemos sobre una superficie, por lo que siempre sonará correctamente.
Rendimiento: por debajo de su rango de precio
El Samsung Galaxy A6+ cuenta en su interior con el procesador de ocho núcleos de Qualcomm destinado a la gama media de entrada, el Snapdragon 450, que acompañado de 4 GB de memoria RAM, es el encargado de mover todo el sistema y las aplicaciones que queramos ejecutar. La verdad es que sobre el papel estas características nos han dejado un poco fríos teniendo en cuenta que el Samsung Galaxy A6+ cuesta la friolera de 370 euros, mientras que por ejemplo el Xiaomi Redmi Note 5, con el Snapdragon 636, está a la venta en España desde los 199 euros.
Quitando estas ideas preconcebidas de nuestra cabeza, hemos probado a fondo la experiencia que nos ofrece este Galaxy A6+ y la verdad es que ha sido muy satisfactoria en líneas generales. Para el uso del día a día, este procesador es lo suficientemente potente como para mover cualquier aplicación de uso básico, como redes sociales, aplicaciones de lectura o para consumir contenido multimedia. En cuanto a su potencia gráfica, podremos jugar a muchos de los títulos que se encuentran en Play Store, pero los más exigente como por ejemplo el PUBG Mobile verán su rendimiento y gráficos bastante reducidos respecto a otros terminales. Como detalle, algunos juegos exigentes como el Dragon Ball Legends los ha movido de forma muy fluida y sin problemas.
A pesar de que el rendimiento en casi todas las aplicaciones ha sido muy satisfactorio, sigue picándonos un poco el precio que estamos pagando por un terminal con un procesador de gama de entrada. Sobre la experiencia de usuario en general, el Galaxy A6+ cuenta con Android 8.0 Oreo bajo la capa de personalización de Samsung Experience, la cual no nos ha dado ningún problema, aunque todavía le queda mucho camino por recorrer a Samsung en cuanto a la optimización.
Como viene siendo costumbre, encontramos gran cantidad de aplicaciones propias del fabricante, lo que acaba provocando que lleguemos a tener dos aplicaciones con la misma función. Para que os hagáis una idea, por mucho que Samsung incluya su propia aplicación de calendario, en nuestro caso siempre optamos por el calendario de Google por su simplicidad y precisamente para no tener que cambiar de calendario cada vez que probamos un teléfono. Esto también lo vemos en la galería, correo electrónico, navegador o calculadora.
Sobre el rendimiento de esta capa de personalización, la verdad es que Samsung ha mejorado mucho con el paso de los años y se parece bastante a lo que ofrece Android Stock, aunque algunas animaciones van con un framerate inferior al deseado. Por ejemplo, la animación al movernos entre las aplicaciones de la multitarea no es fluida, sino que al pasar entre las aplicaciones de la lista es como si fuera una animación escalonada. Al final son detalles que hacen que no estemos tan cómodos con esta capa de personalización como en Android puro.
Hay cosas que sí tenemos que decir que nos han encantado del software, como es el soporte de Always On Display en la pantalla de este Galaxy A6+, sacando a relucir esa pantalla SuperAMOLED y que prácticamente no ve afectados los consumos de la batería pero sí que nos facilita la visualización de notificaciones, fecha, hora o lo que nosotros prefiramos sin necesidad de desbloquear el terminal.
Cámaras: sorprenden, pero la secundaria aporta poco
Al ver los detalles de las cámaras de este Samsung Galaxy A6+ la verdad es que estábamos muy sorprendidos: dos cámaras para la parte trasera, una de 16 megapíxeles con focal f/1.7 acompañada de una secundaria de 5 megapíxeles con focal f/1.9. Resumiendo, la experiencia fotográfica de este Samsung Galaxy A6+ nos ha gustado mucho, pero sinceramente, la cámara secundaria no la hemos visto necesaria, pues no vemos diferencias claras entre otros terminales de la marca con un solo sensor cuando lo comparamos con el Galaxy A6+.
De día, las fotografías van a ser muy buenas, el nivel de detalle es magnífico e incluso podremos realizar un poco de zoom sin una pérdida clara de calidad. Respecto a los colores, son algo más saturados que la realidad, pero las tomas resultan muy atractivas a la vista y siempre se pueden editar un poco para quitar el exceso de saturación. El rango dinámico nos ha dejado una sensación extraña. Sí que es verdad que la distinción entre luces y sombras la hace realmente bien, pero nos da la sensación de que cualquier fotografía que hagamos está realizada con el modo HDR aunque lo hayamos desactivado. En todas las tomas que os adjuntamos a continuación, ninguna de ellas está realizada en HDR ni editada, para que os hagáis una idea de lo que estamos hablando.
En cuanto a la fotografía nocturna, nos ha sorprendido todavía más, pues cuando la luz baja, seguimos obteniendo unas muy buenas fotografías. De serie, el teléfono tiende a sobreexponer las fotografías y a amarillearlas, aunque es fácilmente corregible bajando la exposición de la toma. Debajo de estas líneas os dejamos una imagen con las dos fotografías en la misma situación, la parte izquierda con la exposición automática y la parte derecha con la exposición bajada. A pesar de eso, los resultados que obtenemos nos han gustado mucho y son fotografías que podremos utilizar para compartir en redes sociales sin problema.
Sobre la cámara frontal, 24 son los megapíxeles que tiene ni más ni menos, con una focal f/1.9 y esto se traduce en unos selfies de altísima calidad. De serie, está configurado para tomar fotografías de 6 megapíxeles, y tras usarla este tiempo, hemos preferido dejarlo así, pues si hacemos los selfies a resolución máxima, estos tardaban demasiado en realizarse (aproximadamente un segundo), lo suficiente para que el resultado quede muy movido, pero si vosotros tenéis más paciencia que nosotros al realizar este tipo de fotografía, los 24 megapíxeles os vendrán de lujo.
En cuanto a la aplicación de cámara en este Samsung Galaxy A6+, es bastante completa, pero no precisamente de lo que nos gustaría ver. La aplicación cuenta con varios modos de fotografía, como panorámica, retrato, noche o deportes, siendo el que más nos interesaba de todos, el modo Pro, pues al ver que la cámara de este terminal es de buen nivel, esperábamos un modo manual acorde a la misma, pero solo se limita al balance de blancos, la sensibilidad ISO y la exposición de la fotografía, nada de enfoque o de tiempo de exposición.
Batería: la pantalla AMOLED ayuda mucho
Con 3500 mAh de capacidad y una pantalla de 6 pulgadas, no esperábamos unos consumos fuera de lo normal en este Samsung Galaxy A6+, pero sí que han conseguido sorprendernos y estamos seguros que su autonomía será más que suficiente hasta para lo usuarios más exigentes. Durante nuestras pruebas de uso, con aplicaciones varias de redes sociales, mensajería instantánea y diversos juegos, hemos llegado a más de 7 horas de pantalla activa a lo largo de unas 27 horas de carga. El mejor resultado que hemos obtenido ha sido de más de 8 horas en 1 día y 3 horas de uso, como podéis ver en las capturas de pantalla.
A esta autonomía, le ayuda mucho la tecnología de la pantalla, pues las pantallas AMOLED nos permiten ahorrar batería utilizando colores oscuros en la misma, pues con el color negro, cada uno de los píxeles está apagado y por tanto no consume. Es por esto mismo que el Always On Display no afecta practicamente a la autonomía que obtenemos con el terminal. Por si se nos quedase un poco corto, siempre podemos recurrir a los diferentes modos de ahorro de batería, llegando con el más extremo hasta los 4 días de uso básico del terminal. Lo que no nos ha gustado tanto es el tiempo de carga del terminal (y no por ser MicroUSB), pues si cargamos el terminal por la noche no teníamos problema, pero con el cargador y cable de serie (después probamos otros), el 100% no se alcanzaba hasta pasadas 4 horas, nada de carga rápida en ningún momento, aunque este tiempo es tan alto que no descartamos que se trate de un defecto de la unidad que hemos probado.
Nuestra opinión del Samsung Galaxy A6+
Tras estos días probando el Samsung Galaxy A6+ a fondo y usándolo como teléfono personal, ha llegado la hora de sacar conclusiones y deciros qué es lo que pensamos sobre este dispositivo. Siendo sinceros, nos ha gustado bastante la experiencia con este terminal, aunque siendo más sinceros todavía, no vemos que esta experiencia haya sido superior a la que hemos tenido con terminales mucho más baratos. Sí que es verdad que su pantalla y sus cámaras son de un muy buen nivel, pero precisamente son los dos apartados que más justifican el precio, por no decir que son los únicos, pues el resto de características, aunque nos hayan gustado, son más dignas de un terminal de 200 euros.
Por otro lado, el primero de los aspectos que menos nos ha gustado es del tiempo de carga, que si bien puede ser a causa de una unidad fallida, en pleno 2018 nos parece irrisorio que un terminal de 370 euros no cuente con ningún tipo de carga rápida aunque sea para el primer 50% de batería y las 4 horas para la carga completa son inaceptables. El segundo aspecto que no nos ha gustado es la relación calidad precio. Repetimos, el teléfono en sí es muy completo, pero no para valer 370 euros, aunque una vez baje un poco el precio, podremos recomendarlo sin miedo alguno.