Google, posiblemente, en estos últimos años, ha hecho cada año uno de los mejores smartphones del momento. La primera gran apuesta que hizo fue en 2013. Google se adelantó a sus rivales y sacó un móvil con un hardware igual de potente que el de marcas como Samsung o Sony, pero a un precio bastante reducido. Este terminal fue el Nexus 5, que contaba con un procesador Snapdragon 800, y su precio de lanzamiento estuvo cerca de los 350 euros. Este dispositivo enamoró y marcó un antes y un después Google.
Tú preguntas, Pro Android responde 14: déjanos tus preguntas
Un año después, Google colaboró con Motorola para hacer, posiblemente, una de las mayores decepciones del año. De esta colaboración, salió el nuevo Nexus 6 de Motorola. Este dispositivo era demasiado grande, y tenía un precio mucho mayor que su antecesor. Este móvil se hacía tosco a la mano y se podía considerar que, sus apartados multimedia, estaban por debajo de sus rivales, que tenían el mismo precio que él. Google sabe que se equivocó con este dispositivo y al año siguiente lo intentó arreglar con dos nuevos dispositivos.
Llegó el año 2015 y Google decidió colaborar con Huawei y LG para lanzar, posiblemente, sus dos mejores dispositivos hasta la fecha. De la colaboración de estas dos marcas con la compañía de la gran G consiguió salir el Nexus 5X y el Nexus 6P. Estos dos smartphones tenían, como tamaño de pantalla, 5,2 pulgadas y 5,7 pulgadas, respectivamente. Contaban con una de las mejores cámaras del mercado, y su precio, que era alto pero no desorbitado, también ayudó mucho a no repetir el fracaso del año anterior.
Ya está acabando el año 2016 y Google presentó por octubre su nueva apuesta para la gama alta. En este caso, fueron dos dispositivos, el Google Pixel y Pixel XL. Ya analizamos la estrategia que planeaba Google con estos dos smartphones, pero hoy, os traemos nuestra experiencia con el Google Pixel XL. En este caso, fueron solo 48 horas, ya que fue el tiempo que nos lo dejó la compañía.
Un diseño que no destaca
Estas horas que hemos podido utilizar el Pixel XL, tenemos que decir que nos ha parecido muy cómodo a la mano. El dispositivo no se hizo grande ni pesado en ningún momento, teniendo en cuento que su grosor es de los más elevados de la gama alta. Si es cierto que, puede resultar muy resbaladizo en algunas ocasiones, llegando casi a caerse de las manos, pero en general, nos ha dejado una sensación a la mano bastante positiva.
El aspecto del terminal también nos ha dejado un buen sabor de boca, en casi todo su conjunto. En la parte trasera, nos encontramos un diseño bastante original, con una parte de abajo hecha de aluminio, y una parte superior de cristal, que, a primera vista parecía, parece que iba a ser un imán para las huellas, pero cuando lo utilizamos, nos damos cuenta de que no es así. Algo que queríamos destacar, es que, al intentar desbloquear el dispositivo con el lector de huellas, nos equivocábamos bastante, porque el tacto del cristal y del sensor de huellas dactilares es bastante parecido.
Otro de los fallos de este terminal en el diseño es su parte frontal. Si vemos el móvil apagado, nos podría recordar a un terminal chino o uno de gama media, ya que no se diferencia en nada. Nos encontramos unos marcos muy mal aprovechados, y cada vez que lo estamos utilizando, nos preguntamos por qué Google no ha podido aprovechar más el marco inferior, haciendo que la única función que tenga es estropear el diseño del terminal.
En resumen, el diseño era una parte en la que pensábamos que el Pixel no iba a destacar, pero nos ha sorprendido bastante, ya que nos ha dejado una muy buena experiencia, con los ‘peros’ de la similitud entre el tacto del cristal y del sensor de huellas y de los marcos de la parte frontal. Queda claro que Google no ha hecho el mejor diseño del año, pero sí ha conseguido hacer un diseño original, diferencial, y que no resulte desagradable a la mano.
Una pantalla que no llega a ser la mejor
Esta vez, la compañía de la gran G ha decidido no seguir apostando por las 5,7 pulgadas que vimos en el Nexus 6P, pero sí seguimos viendo un panel con tecnología AMOLED. La pantalla que nos encontramos en el Pixel XL tiene una diagonal de 5,5 pulgadas con resolución QHD. Sin lugar a dudas, esta pantalla es una de las mejores del mercado, pero no vemos una gran evolución con respecto a la pantalla del 6P, e incluso, se ve peor que el Nexus 6P cuanto las dos tienen poco brillo, ya que el Pixel satura demasiado los colores. Pero en general, es una muy buena pantalla, que cumple en todo momento.
Cuando salió al mercado el Pixel XL, se empezó ver mucho por internet que tenía problemas en el apartado multitouch, como por ejemplo, al hacer el gesto de pinza en una foto para hacer zoom. En nuestro caso, no hemos tenido ningún problema con esto. La experiencia con la pantalla ha sido casi de 10. En situaciones de mucha luz, el dispositivo sabía interpretar bien la luminosidad y nos daba una muy buena interpretación de los colores en el brillo automático.
¿Hay algún dispositivo que tenga mejor rendimiento que el Pixel?
La respuesta a la preguntar anterior creemos que es muy sencilla: no. Ahora mismo creemos que no podemos encontrar ningún otro terminal que nos dé una experiencia como la que nos ha dado el Google Pixel. Este smartphone lleva de procesador, un Qualcomm Snapdragon 821, el último presentado de la marca americana. Este procesador, junto a los 4 GB de memoria de RAM que lleva, nos deja una experiencia increíble.
En el tiempo que hemos tenido el terminal, no le hemos podido sacar ninguna pega en este apartado. El rendimiento, tanto en juegos, aplicaciones del día a día, o la multitarea en general, ha sido impecable. Esto es gracias al hardware que hemos mencionado antes y a la última versión del sistema operativo de Google, Android 7.1 Nougat. Cada vez vemos más como Android sigue evolucionando más y se convierte en un sistema muy maduro. Google ha conseguido que el punto fuerte de los nuevos Pixel sea la potencia, la experiencia de usuario, el rendimiento y su fluidez.
La batería es uno de los puntos en los que más nos esperábamos. El Nexus 6P incorporaba el año pasado la misma cantidad de mAh, con un procesador menos eficiente y una pantalla más grande, y nos daba un buen resultado. Este Google Pixel XL, cuenta con una batería de 3.450 mAh, que, junto con la resolución de su pantalla y de su procesador, nos deja una muy buena experiencia. Hemos podido pasar las 5 horas de pantalla con un uso variado, entre Wi-Fi, datos, algún que otro juego y redes sociales. La peor parte de la batería es su carga rápida, ya que el terminal, en cargarse al completo, tarda más de una hora y media, una duración mucho más alta que los terminales de la competencia.
La cobertura de este terminal ha podido ser mejorable. Nos dábamos cuenta que en muchas ocasiones, cuando otros terminales como el Huawei Mate 9 o el Nexus 6P pillaban Wi-Fi, el Pixel XL no reconocía todavía la red. Esta pega es muy exigente, pero tenemos que tener en cuenta en todo momento, que estamos analizando un terminal de más de 900 euros.
Google quiere tener la mejor cámara del mercado
El año pasado, hicieron un muy buen trabajo con las cámaras de sus dos dispositivos, ya que se colocaron entre las mejores cámaras año. Este año, no han querido decepcionar, y nos han prometido tener la mejor cámara en un smartphone. Según la página experta en análisis de cámaras, DxOMark, esta cámara tiene una puntuación de 89, siendo la más alta hasta el momento.
Tenemos que decir que sí, es una muy buena cámara. En todo momento nos deja, gracias a su sensor IMX378 de 13 megapíxeles y a su increíble modo HDR+, unas imágenes de bastante calidad, hasta en las peores condiciones posibles. Google ha apostado por la cámara y lo ha conseguido, ha hecho una cámara de sobresaliente. En situaciones de bastante luminosidad, nos deja un gran detalle en cada fotografía y unos colores saturados que dan mucha vida a la imagen.
Por la noche, tenemos que decir que en parte nos ha sorprendido bastante. Como el Nexus 6P, esta cámara posiblemente sea la que mejores fotos saque de noche, como ya habíamos visto en bastantes análisis en EEUU. En las fotos de noche hace una gran interpretación de las luces y de los colores para sacar unas fotos muy buenas. La parte mala, quizás sea que, cuando hay luces de farolas cerca, el dispositivo no sabe interpretarlas bien y genera ruido en la imagen.
Otro punto del que queremos hablar es el modo retrato. Lo probamos bastante, pero pocas veces nos dejaba el resultado esperado. Es muy incómodo en la aplicación de Google hacer este tipo de foto, ya que tienes que quedarte quieto y, al sacar la foto, mover el terminal lentamente hacia arriba. En pocas ocasiones la foto llegó a quedar bien, pero cuando sí quedaba bien, era un resultado muy bueno.
Galería de fotos hechas con el Pixel XL (Pulsa para entrar en el álbum)
Conclusiones
En nuestras 48 horas con el Pixel XL, tenemos que decir que hemos salido muy contentos, y que nos ha costado bastante sacarle ‘peros’ a este terminal, ya que como veis, en todos los fallos que le hemos sacado, hemos sido muy exigentes. La razón por la que hemos sido tan exigentes es porque estamos hablando del terminal más caro con Android en el mercado, un mérito que se lo tiene que ganar por su propia cuenta.
Pero ha llegado el momento de responder la dichosa pregunta, ¿vale el Google Pixel XL los 909 euros que cuesta? La respuesta para nosotros es fácil: no. Seguramente, este Pixel XL sea el mejor terminal de Android del año, pero no creemos que sea lo suficientemente bueno para diferenciarse tanto en precio de sus competidores. Hemos podido comparar este terminal directamente con el Nexus 6P, y creemos que no cuesta casi el doble que este, teniendo en cuenta que el 6P se encuentra oficialmente en Amazon por 400 euros.
Si lo empezamos a comparar con otros, tampoco creemos que su calidad justifique su precio. El Note 7 salió al mercado por, aproximadamente, 100 euros menos, y tenía un diseño mucho más aprovechado, escáner de iris, resistencia al agua y una mejor pantalla. Pero como ya no está en el mercado, lo podemos seguir comparando con el S7 Edge, donde podemos ver casi las mismas carencias con respecto al Note 7, costando, ahora mismo, casi 600 euros.
Google ha conseguido, por fin, tener posiblemente el mejor terminal del año, pero, ¿su precio le pasará factura? Eso lo veremos en unos meses con la venta del terminal. De momento, a España no ha llegado, y no tiene pinta de que llegue hasta el próximo año. Ya hemos visto que no tiene ningún gran salto respecto a otros terminales de la gama alta para tener un precio tan desorbitado, así que esperemos, que Google, para la próxima vez pueda poner un precio más comedido
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