Hoy os traemos la review de un telefono de LG, el LG K10, un terminal pensado para luchar por la gama media, aunque quizás no llegue a tanto en ciertos aspectos. Este teléfono no es ninguna revolución, pero está muy bien pensado para tener pocos puntos débiles y una buena calidad-precio.
LG ha vendido 14 millones de teléfonos en el segundo trimestre
No todo van a ser los buques insignia en una de las marcas más potentes que no está en su mejor momento con las bajas ventas de su LG G5, por ello creemos que también es interesante ver con que smartphones están compitiendo en esta gama de precios.
Especificaciones
Para comenzar tenemos que saber que LG distribuye varias versiones de este términal, siendo la K420n la europea y la que analizaremos aquí.
Disponemos por tanto de un procesador Qualcomm Snapdragon 410 Quad core a 1.2 GHz, junto a una GPU Adreno 306. Una configuración muy común en la gama media, pero que ya se antoja algo floja en este rango de precios. A este procesador le acompañan 1.5 GB de memoria RAM y 16 GB de memoria interna, ampliables mediante tarjeta MicroSD de hasta 32 GB.
En la pantalla contamos con un panel de 5,3” IPS de resolución HD (720p) y cristal curvo en las esquinas con protección Gorilla Glass 3, una cámara delantera de 5 megapíxeles y una trasera de 13 megapíxeles con un flash led. Y todo esto movido por una batería extraíble de 2300 mAh y Android 5.1.1 prácticamente sin capa de personalización.
En cuanto a conectividad disponemos de los típicos Wifi, Bluetooth 4.1, GPS, radio FM y algo que comienza a ser común en esta gama de precios y se agradece tener, NFC.
Diseño
Este es sin duda uno de los puntos fuertes del K10. Pese a estar construido en plástico este Smartphone deja unas muy buenas sensaciones a la mano. Para comenzar tenemos un cristal delantero curvo que luce bastante bien, con unos marcos superior e inferior bastante comedidos, en parte gracias a que contamos con botones en pantalla y no físicos. La tapa trasera tiene un acabado gomoso en mi opinión muy agradable, y el diseño ligeramente curvo nos facilitará el agarre. En esta parte trasera tenemos también la cámara junto a su flash led, el altavoz, y por supuesto los dos botones de volumen y el de bloqueo en esta posición tan característica de LG.
La curvatura tanto del frontal como de la trasera hace que los bordes laterales, construidos en plástico que intenta tener apariencia metalizada, apenas tengan grosor. En estos bordes laterales podremos encontrar, en la parte inferior, un puerto Micro-USB, el Jack de 3.5” y el micrófono principal. En el lateral derecho tenemos una ranura para ayudarnos a retirar la tapa trasera, dando acceso a la batería extraíble y a los compartimentos de la nano-SIM y la tarjeta MicroSD. Y por último en la parte superior únicamente encontramos el micrófono secundario para supresión de ruido.
Pantalla y cámara
La pantalla cuenta con unas generosas 5.3 pulgadas con los bordes curvos, cosa que puede parecer un detalle sin importancia pero que la verdad me ha sorprendido lo bien que sienta a la mano, más aun si tenemos en cuenta el tacto suave de este cristal. En definitiva es una pantalla muy agradable al tacto. Su resolución es únicamente HD, algo que para este tamaño de pantalla nos deja una densidad de pixeles algo baja, aunque tanto los colores como el contraste son bastante correctos, teniendo unos negros que prácticamente se confunden con los marcos del terminal. Quizás el mayor defecto de la pantalla es un brillo máximo más bajo de lo habitual, pudiendo dar problemas para visualizar la pantalla en exteriores si nos da directamente el sol.
En cuanto a la cámara esta nos deja un sabor agridulce: por un lado tanto el sensor como el flash se comportan muy bien, pero la aplicación de cámara que tenemos por defecto deja bastante que desear. Esta aplicación nos permite las habituales acciones de cambiar el formato de imagen y la calidad de grabación de vídeo, activar el disparador mediante gestos o con temporizador, permitir o no el uso del flash…y ahí se acaba la cosa. Nos dejará enfocar a un punto deseado tocando sobre la pantalla, pero no podemos modificar la exposición de la imagen, ni realizar fotografías panorámicas, ni HDR, ni video slow-motion, algo que a día de hoy llevan prácticamente todos los terminales. Pese a todo, hay que decir que obtendremos fotografías bastante buenas, gracias a un enfoque que incluso a oscuras se comporta muy bien y a un flash que pese a no ser dual ilumina bien, teniendo este un ángulo suficiente para no viñetear las imágenes.
En la cámara delantera tenemos lo habitual en este rango de precio: un sensor de 5MP modesto en cuanto a calidad de imagen que cuenta con un flash simulado mediante la pantalla para situaciones de poca luz. Lo cierto es que este flash digital es casi anecdótico y no nos servirá de mucho.
Experiencia de uso
Este LG K10 monta un procesador Qualcomm 410 a 1,2 GHz. Y este es uno de los mayores defectos que posee este Smartphone, teniendo en cuenta que sus competidores directos como los Motorola y BQ ya montan el Snapdragon 615 octa-core en este segmento, por ello este hardware se antoja un poco obsoleto.
Aunque todo hay que decirlo LG ha sacado bastante buen provecho a las especificaciones. El terminal se mueve perfectamente fluido en el día a día y el hecho de que la resolución del panel sea HD y no FullHD estira la duración de la “modesta” batería de 2300 mAh hasta las 5 horas de pantalla aproximadamente, bastante más de lo que cabría esperar con estas especificaciones. Parte de este buen rendimiento se debe a su sistema Android 5.1.1 Lollipop al que LG apenas ha añadido aplicaciones.
El apartado del audio es el otro defecto de este LG K10: el altavoz trasero se satura con demasiada facilidad, la calidad de sonido no es muy buena y el volumen es más bajo de lo que solemos encontrarnos en la mayoría de smartphones. No es que sea algo desastroso, pero desde luego es mejorable.
Este K10 incluye en su caja un cargador de 0.85 A junto con su cable USB-MicroUSB, y unos altavoces estéreo que siempre se agradecen y no son de mala calidad comparados con muchos auriculares de 10 euros.
Como aspecto a destacar, decir que tuve algún problema al conectar el móvil a la red WiFi, y es que parece ser que no detecta los canales 12 y 13, por lo que si tenéis el router configurado en una de estas bandas tendréis que cambiarlo a cualquiera de las 11 primeras.
Conclusiones
Este LG K10 4G se lleva el aprobado, hay que decir que de primeras me esperaba un peor resultado, pero conforme han ido pasando los días lo cierto es que su ergonomía y tacto es muy agradable y si se le instala una aplicación de cámara decente gana enteros. El procesador es la asignatura pendiente y si se sube a los 2GB de RAM ya sería un Smartphone seriamente candidato en la gama de 180 euros. De todas formas es un teléfono altamente recomendable para aquellas personas que usan las redes sociales, aplicaciones de bajo consumo y unas fotos para el recuerdo. Mueve la gran mayoría de juegos y es que el Snapdragon 410 sigue siendo un procesador muy válido para todo tipo de aplicaciones, pero a una marca como LG se le debe de exigir el máximo y por ello creo que hay que mencionarlo.
Si su autonomía te parece corta no todo es malo ya que la batería es extraíble y eso es un punto muy a su favor, siempre podemos comprar una batería extra y cambiarla en un momento, sin cargas ni esperas. Si quieres comprar el LG K10 puedes hacerlo en Amazon a un precio de 157 euros, muy buena calidad-precio.
El sucesor del LG V10 llegaría en septiembre