La gama media actual se muestra como uno de los sectores del mercado más complicados para sobresalir. Las compañías chinas han conseguido hacerse con el monopolio de un sector intermedio en el que la competencia es cada vez más feroz. Los nuevos Redmi, el Mi A3, el Realme 3 Pro… Muchos son los dispositivos recomendables que pueden hacer dudar a los usuarios. Pues bien, justo aquí es donde quiere entrar Motorola con su nuevo terminal.
Hemos podido probar durante poco más de una semana el Motorola One Action, un dispositivo con el que la compañía californiana sigue buscando un nuevos sistemas para mejorar sus ventas. Por primera vez en mucho tiempo, Lenovo está recibiendo ganancias de parte de Motorola, y gran parte de la culpa la tienen la gama Moto G y esta asociación con Google para comercializar con Android puro en sus modelos One.
En esta ocasión, el Motorola One Action aparece como un terminal diferente en lo que se refiere al diseño con el que se busca atraer a los usuarios algo de exclusividad en el sistema fotográfico. El formato de 21:9, la triple cámara y el procesador Exynos se muestran como los aspectos más destacados de un dispositivo que ya puede adquirirse por 279 euros. Sin duda, un precio un poco más rentable que lo que estamos acostumbrados a ver en la compañía. A continuación, te contamos todo lo bueno y lo malo de este terminal, los fallos más habituales y las cualidades a tener en cuenta para que puedas conocer todos y cada uno de los detalles del Motorola One Action.
Especificaciones: lo habitual para el sector intermedio
- Pantalla de 6.3 pulgadas con resolución FullHD+ (2.520 x 1.080 píxeles) y relación de aspecto de 21:9
- Dimensiones: 160.1×71.2×9.15 mm.
- Peso: 176 gramos
- Procesador Exynos 9609 GPU Mali G72 MP3
- Memoria RAM de 4 GB
- Almacenamiento interno de 128 GB expandible hasta 512GB
- Cámara trasera de 12 megapíxeles con apertura f/1.8 + ultra gran angular de 16 megapíxeles, 117 grados y apertura f/2.2 + sensor de profundidad de 5 megapíxeles con apertura f/2.0
- Cámara delantera de 12 megapixeles con apertura 2.0
- Batería de 3.500 mAh
- Otros: Lector de huellas trasero, Jack de auriculares
- Sistema operativo: Android 9 Pie bajo Android One
Una estética que mantiene su nueva esencia
Motorola sigue apostando por el diseño alargado en una gama que va evolucionando con el paso de los modelos. Desde que analizamos el primer Motorola One hace poco más de un año, ha cambiado mucho la estética de unos dispositivos que poco a poco van mejorando sus facciones. Lo primero que llama la atención del teléfono es su forma. Recordemos que la compañía californiana ha decidido integrar el formato de 21:9 a todos los últimos móviles de esta familia, un aspecto que no pasa desapercibido y que es novedoso si nos fijamos en los terminales de la competencia. Hablamos de un formato que tiene su utilidad en la mejora de la visualización del contenido. Otra cosa es que haya mucho contenido de ese tipo.
El Motorola One Action se muestra al mundo como un dispositivo fabricado en plástico y aluminio que incluye una apariencia atractiva y una buena sensación en mano. En este punto, el grosor está un poco por encima de lo que estamos acostumbrados a ver en la gama media, algo que no se entiende, ya que no tiene una batería muy grande ni un módulo de cámaras que sobresalga en exceso. De igual forma, el agarre es cómodo y al final te acabas acostumbrando al formato alargado.
Si nos fijamos en la parte delantera, no podemos pasar por alto la integración de un agujero en pantalla que puede considerarse como el más evidente de todos los que existen en el mercado. La esquina superior izquierda del terminal está completamente ocupada por una incisión idéntica a la que podíamos ver en el One Vision. Una integración con la que Motorola quiere obviar el notch, pero cuyo agujero no pasa tan desapercibido como el que hemos podido ver en el Galaxy S10, Honor 20 o Galaxy Note 10.
Cabe destacar que se ha notado un trabajo importante con la reducción de los marcos laterales, no obstante, la parte inferior sigue incluyendo una barbilla prominente y la zona superior queda demasiado reducida con la integración del agujero en pantalla a la hora de utilizar la barra de herramientas. Todo esto, genera que una pantalla de 6,3 pulgadas de formato alargado acabe quedándose, en algunos casos, en un total de 5,7 pulgadas.
Comparativa con el Honor 20
En la sección trasera destaca la triple cámara integrada en la esquina superior izquierda en un módulo vertical que llega acompañado de un flash LED. El lector de huella queda integrado en la parte central junto con el logo de Motorola, y la etiqueta de Android One no pasa desapercibida en la parte baja del dispositivo. En nuestro caso, hablamos de un modelo azul que nos ha parecido muy discreto y elegante y donde las huellas dactilares no se aprecian en exceso. También destaca la pequeña curva que aparece en la parte trasera que sirve de unión con los marcos de aluminio.
En cuanto al resto de aspectos estéticos, otorgamos un punto positivo a Motorola por mantener el Jack de auriculares (aunque esté situado en la parte superior). En el lateral derecho del dispositivo se muestran los típicos controladores de volumen y el botón de encendido/ apagado, mientras que el margen izquierdo está únicamente reservado para la bandeja doble SIM. También destaca la entrada USB tipo C en el sector inferior acompañada del micrófono y el altavoz. Como dato curioso, Motorola parece que ha dejado a un lado las típicas rejillas que les caracterizaba para integrar una sutil incisión que sirve de altavoz para las llamadas.
En general, el Motorola One Action ha introducido algunos cambios de diseño que lo siguen llevando por el sendero hasta encontrar esa estética diferencial que tanto buscan desde las marcas. El terminal tiene un buen agarre y una apariencia atractiva, pero queda mucho camino que recorrer con el tema del agujero en pantalla y el aprovechamiento del panel.
Pantalla alargada con un agujero gigantesco
El Motorola One Action llega al mercado con una pantalla IPS de 6,3 pulgadas con resolución FullHD+ (2.520 x 1.080 píxeles) y 432 ppp de densidad de píxeles, un rango bastante acertado que supera la media de la competencia. La diferencia a nivel visual con la competencia se basa en la introducción de un agujero demasiado grande que puede atraer demasiado la vista de los usuarios y dificultar la visualización en algunas ocasiones (YouTube) tirando de zoom en exceso. De todos es sabido que existe muy poco contenido creado para el formato de 21:9, pero si se puede conseguir, la experiencia de usuario mejora gracias a esta visualización alargada.
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El nivel de detalle de este panel es bastante correcto, y la nitidez no se muestra como uno de los rasgos a mejorar. Los colores no son tan intensos como podrían ser con la tecnología OLED, pero pueden personalizarse un poco en los ajustes. Cabe destacar que el terminal llega con la opción “Saturados” activa, pero creemos que es más conveniente elegir el modo “Mejorados”. En nuestra opinión, el apartado “Natural” apaga demasiado los colores.
En lo que se refiere al brillo, no hay problemas para visualizar la pantalla en condiciones normales, pero quizás, y como pasaba con el primer Motorola One, le falta un plus para poder aprovecharse al máximo cuándo más incide la luz. El ajuste del brillo automático es correcto, aunque tarda un poco en reaccionar ante los cambios repentinos de luminosidad. Los ángulos de visión han mejorado mucho respecto a los modelos anteriores, pero todavía queda un poco perfeccionar este apartado.
El apartado táctil no tiene ningún problema y los toques fantasma pasan a ser cosa del pasado en casi todos los móviles de la actualidad. El modo pantalla ambiente es uno de los aspectos que más nos gustan de Motorola debido a su gran sensibilidad. Lo malo es que no se puede personalizar, pero es perfecta para acciones cotidianas como mirar la hora, comprobar la batería o controlar la música. Eso sí, hubiera sido acertado integrar el doble toque para encender la pantalla, algo que pocos gamas media tienen en la actualidad. A nivel de resistencia, el Motorola One Action cuenta con la protección de Gorilla Glass y aguanta las salpicaduras gracias a la resistencia IPX2.
La pantalla del Motorola One Action cumple las expectativas de la gama media en lo que se refiere a prestaciones y calidad. Sin embargo, el efecto “todo pantalla” que suele buscarse con este tipo de paneles no se ha conseguido debido a la integración de un agujero excesivamente grande. De igual forma, la pantalla tiene muchos más puntos positivos que declinan la balanza a su favor.
Potencia a cargo de Samsung
Motorola ha decidido continuar apostando por el Exynos 9609 como base de potencia. La colaboración entre la compañía californiana y Samsung parece que se ha afianzado en la gama media gracias a unos resultados correctos que no destacan por una enorme potencia pero que no se quedan atrás en lo que se refiere a la fluidez. Hablamos de un procesador que integra una GPU Mali-G72 MP3 que promete siempre un rendimiento bastante aceptable sin que se eleven mucho las temperaturas (aunque se nota un poco en la parte trasera).
Lo hemos podido probar con juegos como Fortnite o Asphalt 9 y los tirones existen, pero son mínimos al máximo de rendimiento. Donde puede comportarse un poco peor es cuando tenemos muchas aplicaciones desplegadas a la hora de realizar los volteos o manejar la multitarea. Sin embargo, el Motorola One Action cumple bien con lo que estamos acostumbrados a ver en la gama media actual.
El Motorola One Action llega al mercado con una configuración de 4 GB y 128 GB de almacenamiento interno, sin duda, una de las más utilizadas del sector intermedio con la que existe espacio de sobra para almacenar todos los archivos. No obstante, hubiera estado bien encontrarnos con una versión de 6 GB para que este terminal pudiera generar estar a la altura de los nuevos Xiaomi en lo que a memoria RAM se refiere.
Software: Android puro con toques de Motorola
Motorola ha acertado a la hora de integrar Android One en una de sus gamas más reconocidas. Como su propio nombre indica, el Motorola One Action incluye el sistema operativo más puro de Google, y eso se nota en la usabilidad y la fluidez. Eso sí, la compañía en manos de Lenovo ha querido incluir pequeños detalles con los que los usuarios puedan darse cuenta que están utilizando un terminal de Motorola.
En este punto, destacan detalles como el conocido widget del reloj circular y la aplicación de Moto. Hablamos de una herramienta con la que se pueden activar algunos extras incluidos por el fabricante como la captura con tres dedos, el encendido rápido de la linterna, la pantalla inteligente o la activación de la cámara con el volteo. En lo que se refiere a la navegación, puede activarse el sistema de gestos de Motorola en el que la barra inferior se alarga y desaparece la flecha típica de Android One. Cabe destacar que todos estos extras son personalizables y no influyen en la pérdida de fluidez del dispositivo.
En todo lo demás, nos encontramos con Android Stock. Algo que puede apreciarse en el típico cajón de aplicaciones o la incorporación de Bienestar Digital. Tampoco debemos olvidarnos de un modo oscuro que todavía no se ha adaptado a toda la interfaz y se mantiene limitado en el cajón de aplicaciones y la barra de herramientas.
Sensor de huellas eficaz, buena conectividad y sonido aceptable
Hemos podido confirmar con los análisis del OnePlus 7 y el P30 Pro que los sensores de huellas en pantalla no son todo lo eficaces que deberían ser. En nuestra opinión, queda mucho por recorrer para mejorar esta tecnología. Hasta entonces, lo mejor es contar con la fiabilidad de un sensor de huellas convencional como el del Motorola One Action. Nos encontramos con un sistema de seguridad bastante rápido que suele detectar la huella dactilar con un solo toque. Además, viene adornado con el típico logo de la compañía.
Es importante destacar que Motorola ha decidido dar un paso adelante integrando el desbloqueo facial como componente extra en su nuevo terminal. Hablamos de un sistema que funciona bastante bien en buenas condiciones de luz pero que pierde mucho cuando hay poca luminosidad. Como dato complementario, es capaz de detectar el rostro incluso con gafas. En general, los dos métodos son muy eficaces y rápidos a pesar de algunas limitaciones. Sí, el Motorola One Action tiene buena nota en el apartado de Biometría.
A parte de la seguridad, el One Action se desenvuelve muy bien en el apartado de conectividad. Un dispositivo que incluye todo lo necesario para la gama media donde el Jack de auriculares es uno de los puntos más destacados. En este punto, destacamos la integración de Bluetooth 5.0, soporte NFC y WiFi Dual Band.
Tenemos que tener en cuenta que este terminal llega al mercado con un único altavoz, por lo que no contamos con sonido estéreo. Partiendo de esta base, nuestra experiencia de uso ha sido satisfactoria con el Motorola One Action. Cabe destacar que el nivel de volumen es bastante alto y las condiciones de nitidez son aceptables. Eso sí, cuando imponemos el volumen máximo se aprecia un poco de distorsión.
Triple cámara con funciones extra
El sistema fotográfico del Motorola One Action se muestra al mundo como uno de los más curiosos del mercado. Hablamos de una configuración protagonizada por un sensor principal de 12 megapíxeles con apertura f/1.8 que viene acompañado de una lente ultra gran angular con 117 grados de ángulo de visión y una apertura de f/2.2. Como aspecto diferencial destaca la integración una cámara de profundidad con una resolución de 5 megapíxeles.
Una vez analizada la configuración, podemos destacar la presencia de un segundo sensor que recibe el nombre de «Action Cam» o cámara de acción. Se trata de una lente capaz de grabar vídeos en ultra gran angular con el rasgo diferencial de que se pueden grabar tanto en vertical como horizontal. De la misma forma, el dispositivo viene acompañado de un soporte con el que poder adherirlo a cualquier lugar de forma segura. El objetivo de este nuevo sistema se basa en imitar el mecanismo de la GoPro que todo el mundo conoce.
Cámaras traseras
El Motorola One Action se sitúa en el rango de la gama media en lo que se refiere al aspecto fotográfico, incluso un poco mejor de lo que esperábamos en un principio. La iluminación de las fotografías suele ser muy buena y la exposición es más que correcta, sin embargo, el rango dinámico no llega a lo niveles óptimos que podrían exigirse al dispositivo. Aquí es donde entran modos como el HDR como el gran salvador de una nitidez insuficiente que mejora ampliamente con la selección de este apartado. En condiciones de buena luz, el ruido y la acuarela no se aprecia en exceso, pero cuando exponemos el terminal al contraluz los resultados disminuyen su calidad y aumenta la artificialidad.
En lo que se refiere al contraste, las cámaras del One Action muestran una buena colorimetría con unas tonalidades adecuadas a lo que vemos con nuestros ojos. En este apartado, la ayuda de la Inteligencia Artificial (viene activa de forma predeterminada como «optimización de foto») no mejora los resultados, sino todo lo contrario. La detección de las escenas es correcta, pero los tonos se vuelven mucho menos fieles a lo que podemos ver con el modo normal. Por lo tanto, conviene desactivar este modo para poder conseguir imágenes más naturales.
Modo Automático Modo HDR
El modo ultra gran angular brilla por su ausencia y en interiores la nitidez se ve afectada cuando la iluminación disminuye su intensidad. El procesado también se muestra un poco más duradero y las fotografías pueden llegar a salir incluso borrosas si nos movemos un poco.
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- Modo Retrato
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- Modo Retrato
Por el contrario, el modo retrato del One Action se desenvuelve muy bien, aunque puede pecar en algunas ocasiones de cierta artificialidad. El recorte suele ser bastante bueno gracias al sensor de profundidad integrado en la parte trasera, además, se puede modificar todo lo relacionado con el desenfoque de la parte trasera. No obstante, la fotografía nocturna vuelve a ser el apartado en el que peores resultados pueden apreciarse debido a una utilización excesiva del ISO y la posterior aparición del ruido.
Cámara frontal
La cámara delantera está conformada por un sensor de 12 megapíxeles con una apertura f/2.0 y se muestra como uno de los puntos positivos del sistema fotográfico. Los resultados suelen ser correctos en condiciones con buena luz, aunque tiende a la sobrexposición en algunas ocasiones. Eso sí, es completamente necesario poner al mínimo el dichoso modo belleza y activar el HDR que se encuentra oculto en los ajustes. Aunque, en este caso, no se nota tanto la diferencia como con la cámara trasera.
El modo retrato incluye unos resultados notables con un recorte bastante correcto. Tampoco llega al nivel de los sensores traseros, mantiene bien el recorte, pero los resultados disminuyen sus rangos de nitidez. Las fotografías son mucho menos naturales, sin embargo, siempre es una buena opción que se pueda editar el desenfoque después de realizar la fotografía.En otro apartado, es importante comentar la posibilidad de este sensor de grabar en resolución 4K. Casi todos los móviles de esta gama suelen incluir un máximo de 1080p, por lo que es un punto positivo para el One Action.
Vídeo
Lo más importante de este apartado se basa en la inclusión de un modo completamente exclusivo denominado Action Cam. Con este apartado, Motorola quiere convertir su nuevo dispositivo en una especie de cámara de acción en la que se puede grabar tanto en vertical como en horizontal y donde la estabilización alcanza los mejores rangos. De ahí que la caja venga acompañada de un soporte especial.
A parte de esto, la calidad solo alcanza los 1080p en un modo en el que el nivel de detalle no es el mejor pero donde la estabilización de muestra como uno de los rasgos más destacados. Todo se vuelve más amplio, pero bien es cierto que a nivel de calidad deja bastante que desear, sobretodo con los colores y la nitidez. De noche los resultados son aún peores.
Autonomía duradera con carga (no) rápida
El Motorola One Action nos ha sorprendido en términos de autonomía gracias a una durabilidad que puede superar claramente el día de uso y alcanza una media de unas 6,5 horas en pantalla. Sin duda, uno de los rangos más habituales en la gama media actual, pero hay que tener en cuenta que se trata de una batería de 3.500 mAh. La inclusión de Android One tiene incidencia en un dispositivo poco “tragón” que puede aguantar perfectamente aunque se utilice durante todo el día. Asimismo, el modo de ahorro puede aguantar el nivel de carga durante algunas horas más suprimiendo algunos de los servicios que más consumen.
El principal problema que aparece en este apartado radica en la ausencia de carga rápida. El Motorola One Action viene acompañado de un cargador de 10 W que permite cargar el 50% del dispositivo en poco menos de una hora. Un proceso que se alarga hasta las dos horas y cuarto para alcanzar el 100%. Sin duda, uno de los puntos más negativos de este terminal. Sobre todo, si lo comparamos con su competencia directa.
Nuestra opinión sobre el Motorola One Action
Motorola ha querido apostar por la diferenciación en la gama media con un One Action que, finalmente, no consigue diferenciarse en exceso del resto. La integración de la pantalla de 21:9 aporta al terminal ese aire distinto que tanto se busca, sin embargo, la ausencia de contenido de este tipo dificulta la consagración de un formato del que dudamos que llegue su momento.
Resulta un poco extraño manipular un dispositivo tan alargado y a nosotros no nos ha acabado de convencer su estructura en general. Cierto que es que la parte trasera se ha vuelto mucho más atractiva, pero el panel delantero incluye un agujero que es todo lo contrario a la definición de discreción. De igual forma, la estética general es llamativa y hay que reconocer que Motorola se ha refinado en este aspecto con el paso de las generaciones. La actitud está presente y parece que esta dinámica tiene un amplio margen de mejora. Punto positivo.
A nivel de rendimiento no se le pueden poner muchas pegas a un terminal en el Android One se muestra como uno de los elementos destacados y donde la configuración es correcta para la gama en la que se encuentra. No hemos tenido problemas de fluidez en casi ninguna ocasión, y la experiencia de uso está consagrada gracias a Android puro. Sin olvidarnos de una batería que aguanta más de un día en funcionamiento pero que tiene un handicap: la falta de una carga rápida.
Las cámaras son otro de los puntos en los que querían diferenciarse desde Motorola. Lo cierto es que, a pesar de incluir unos resultados notables, nos esperábamos un mejor comportamiento. No obstante, los resultados se quedan por debajo de las expectativas iniciales. La Action Cam no consigue incluir ese punto destacado con el que poder afirmar que es un acierto completo. El punto de vista cambia y la estabilización mejora, pero ¿es suficiente si la calidad fotográfica no es del todo buena?
Con todo esto, el Motorola One Action puede convertirse en un terminal competente en el mercado actual gracias a sus cualidades. No encontramos unos fallos catastróficos que nos impidan eliminarlo de una lista de posibles compras. Lo que está claro es que habiendo otras opciones por el mismo rango de precio, el papel de este móvil se complica respecto a sus competidores.